El ex presidente brasileño visitó al mandatario venezolano. El periodista Nelson Bocaranda afirma que el bolivariano perdió 32 kilos y que su salud aún está muy debilitada, publica Infobae.
El periodista Nelson Bocaranda dio cuenta del presente del mandatario venezolano Hugo Chávez en la isla. Compartimos la nota que escribió en el sitio runrun.es:
La reseña de la prensa global dio cuenta el pasado miércoles 30 de enero que el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva rindió homenaje al mandatario venezolano, Hugo Chávez, convaleciente en Cuba de su cuarta operación contra el cáncer, durante una conferencia que pronunció en La Habana, donde previamente mantuvo sendos encuentros con Fidel y Raúl Castro.
Vestido con una camisa roja similar a las que suele usar el presidente venezolano, Lula intervino en el Palacio de Convenciones de la capital cubana ante los asistentes a la III Conferencia Internacional “Por el equilibrio del mundo”, dedicada al prócer de la independencia cubana José Martí.
Allí pudimos observar la presencia de los ex presidentes de Guatemala y República Dominicana, Álvaro Colom y Leonel Fernández respectivamente, en un acto político cultural más de relaciones públicas con la dirigencia cubana -que hoy vigila al paciente recluido en el CIMEQ desde el pasado 9 de diciembre- con la que acordó hace un par de años la construcción del puerto de cruceros más grande del Caribe en la ciudad de Mariel.
Lula apareció con el presidente cubano rodeado de fotografías del proyecto financiado por el banco de inversiones de Brasil.
Más adelante, la noticia de su visita pasó a otro nivel, el que ya había anunciado dos semanas antes de llegar a Cuba: “Voy a visitar al presidente y amigo Hugo Chávez en su recuperación hospitalaria”.
Así fue. La foto no se hizo esperar. Lula apareció al lado de Rosa Virginia Chávez, hija del mandatario venezolano, y su esposo el ministro Jorge Arreaza junto a un médico cubano en el hospital donde reposa Chávez. Un día después confesaba Lula que no había podido ver a su amigo enfermo de cáncer.
Sin embargo, Lula consiguió amplia información sobre el estado de salud del presidente reelecto y que no ha podido ser juramentado para el periodo 2013-2019 en su cuarto ciclo presidencial.
El mismo hecho de no habérsele permitido subir a la suite presidencial donde está hospitalizado su compañero presidencial por ocho años fue indicativo del estado de salud del paciente que apenas hace una semana salió de la Unidad de Cuidados Intensivos donde estuvo internado por más de cuarenta días.
La cercanía del ex jefe de estado brasileño con los médicos tratantes de su propio cáncer en la garganta en el Hospital Sirio Libanés de San Pablo, le permitió hace más de un año incorporar a cuatro de ellos -dos en viajes a Cuba y Venezuela y dos desde el nosocomio principal paulista vía teleconferencia- en las consultas a Chávez junto a tres venezolanos y dos españoles.
Me refiero a los galenos foráneos a los cubanos que se han encargado del paciente venezolano desde la primera operación en junio de 2011.
Esta importancia del brasileño, vestido de rojo, en amistad y cercanía a los médicos hizo que tanto Raúl como el profesional cubano, le manifestaran su preocupación por la reciente aparición de un enfisema pulmonar y la pérdida hasta ese día de 32 kilos en el cuerpo del enfermo de cáncer que aún no ha podido recuperarse de tal forma que pudiera viajar a su país como han estipulado los dirigentes rojos que lo visitan y que aunque no lo ven, pues las visitas están exageradamente limitadas, dicen conversar con frecuencia con el caudillo.
Quizás por esa condición pulmonar, añadida a las traqueotomías realizadas en algunos momentos, es que no ha podido ni siquiera enviar un mensaje de voz o una llamada telefónica como nos acostumbró en estos 14 años. Más de 50 días acostado también debilita el sistema pulmonar. Coincidencialmente es sobre este tema de su salud, los pulmones, del que más se ha venido hablando en los comunicados oficiales.
Si la situación real es ésta que aquí describimos, vía nuestras fuentes de Brasil que nos confirman que la presidenta Dilma Rousseff está en conocimiento de ello gracias a su mentor Lula, el regreso del presidente reelecto podría demorarse unos días más.
El deseo más apropiado de todos debería ser que regresara cuanto antes, ya recuperado, y se juramentara o renunciara para darle el piso legal al Gobierno que arrancó mal el pasado 10 de enero con una decisión del TSJ que por adulante y obsecuente los dejó al desnudo ante el mundo.
Reitero que esta información se compartió con los brasileños el pasado jueves 31 de enero.