Texto: america.infobae.com
En Alepo, la ciudad más grande de Siria, la conocen como “la mujer francotiradora”,pero pocos saben que meses atrás la fémina de 36 años, que adoptó su nombre de guerra en honor al guerrillero argentino, trabajaba como profesora de inglés en una escuela secundaria.
Aunque admite que siempre se opuso al régimen de Bashar Al Assad desde sus días de estudiante universitaria, Guevara decidió unirse a los rebeldes luego de que un ataque aéreo dirigido por las tropas del Gobierno terminara con la vida de sus dos hijos, uno de 7 años y otro de 10.
Vestida con una campera impermeable, guantes de goma y zapatos de taco, la mujer suele ocultarse entre los escombros, aguardando el momento de tener en la mira al enemigo: las Fuerzas Armadas de Siria.