La guerrilla comunista de las FARC denunció este viernes en La Habana “la miserable y criminal” situación que soportan los rebeldes presos en Colombia y el rigor con que es tratado su comandante Simón Trinidad, quien cumple una condena de 60 años de prisión en Estados Unidos.
“Cada vez que (Trinidad) va a una audiencia, va encadenado de pies, manos y cintura, y a su cuerpo adheridos cables de alto voltaje, que al menor movimiento, incluso una caída accidental, sobre él tiene una descarga eléctrica”, dijo Jesús Santrich, miembro de la delegación de la guerrilla en las pláticas de paz.
Trinidad, dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue extraditado en 2004 por Bogotá a Estados Unidos, donde fue condenado a 60 años de cárcel por el secuestro de tres estadounidenses, quienes fueron liberados en 2008 junto a la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, en una operación del ejército.
Las FARC pidieron en noviembre, al iniciar en La Habana el diálogo con el Gobierno de Juan Manuel Santos para terminar el conflicto armado, que Trinidad formara parte de su delegación, pero Washington rechazó el pedido.
Santrich también denunció ante la prensa “la situación miserable y criminal” de los guerrilleros y “prisioneros políticos” en las cárceles de Colombia, a las que calificó de “basureros humanos”, lo que constituye una violación de los derechos humanos “conciente y premeditada”.
El dirigente condenó “la situación miserable y criminal con que el Estado colombiano está tratando a nuestros guerrilleros, a los prisioneros políticos, muchos de ellos sindicalistas, estudiantes, dirigentes populares”.
Santrich dijo que las conversaciones de pez en La Habana avanzan “a ritmo de mambo (rápido) y paso firme”, con coincidencias con el gobierno en el tema agrario, primero y más complejo de los cinco puntos de la agenda.
La delegación del gobierno colombiano, que encabeza Humberto de la Calle, no formuló declaraciones al inicio de las pláticas en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
AFP