1. Otra maxidevaluación
Ayer 8 de Febrero leíamos tres noticias, llegadas casi en tándem; la primera, la inflación de enero era de 3.3%; es decir la inflación anualizada a enero del 2014 estaría en los 45%!, niveles típicos de una hiperinflación de dos dígitos medios; una segunda, el precio del petróleo venezolano continuaba subiendo a 113 dólares el barril y finalmente la tercera, no las trajo el dúo dinámico de la economía, el Ministro de Economía y Finanzas y el Presidente del BCV, un decreto de devaluación del 46.5%!. y de fortalecimiento del control de cambio firmado por el Presidente Chávez, a quien curiosamente el Ministro Giordani le echa la culpa, pese a su ausencia del poder por casi dos meses.
En el país de una revolución, lo ministros comunistas nos decían ayer que la economía estaba muy fuerte y segundos después que la moneda tendría que devaluarse en un 46%. O los Ministros, el de la deuda y el dinero, no saben lo que dicen, es decir, no comprenden las cosas de la economía, o el cinismo, parte del ropaje, es el discurso con el cual quieren calmar el des confort económico y social de su mercado político, el de los más humildes, y el de la clientela en otros sectores sociales.
2. Cinismo o locura
La incongruencia en el discurso del dúo dinámico alcanza niveles de locura, veamos la razón de mi argumento. Si la economía es fuerte y si los precios de los bienes que exporta crecen, es decir, las exportaciones se expanden, el fenómeno natural económico -que el dúo dinámico no comprende- es contrario a lo que hizo ayer el dúo dinámico, devaluar el bolívar. Dicho en otros términos, en la condiciones mencionadas arriba, en relación a exportaciones, si estas crecen por precios y o volúmenes, la moneda se fortalecerá de manera natural. Si observamos por ejemplo los casos de China, Corea (no la del Norte de la preferencia de Giordani y Merentes), Chile, Perú, Brasil, Colombia, México, países que presentan expansión fuerte en sus exportaciones y fortalecimiento en sus monedas, podrían ver que la moneda refleja la fuerza de sus economías y de sus exportaciones, de sus balanzas de pago. Pero en Venezuela, ocurre un fenómeno nunca visto en la historia de la economía en el mundo.
El socialismo –sistema que fracasó en el mundo porque es una máquina de producir pobreza– dispuso que pese al crecimiento de las exportaciones de petróleo, particularmente la fortaleza en el precio del petróleo en los últimos ocho años, veamos una moneda devaluarse y con ella un crecimiento espantoso de la pobreza. Lo curioso es el fenómeno es que ayer 8 de Febrero, mientras Giordani pontificaba contra el capitalismo con un discurso social cursi y llorón, para terminar devaluando al bolívar por 46%, del mercado del petróleo nos venía que el petróleo venezolano continuaba subiendo de precio, a 11$/barril!. Cinismo o ignorancia supina? Quizás ambos.
3. Sin petrodólares y con control de cambio
La realidad les estaba dando en la cara, o ellos no se daban cuenta, o nos tomaron por tontos e ignorantes, pero por decoro debieron escoger el miércoles de ceniza para anunciar la devaluación y la renovación de los controles sobre el mercado del dólar. Es entonces mentira que la economía venezolana estaba fuerte, mucho menos su moneda, veamos los síntomas: la balanza de pagos en crisis, fondos soberanos secos, el enorme déficit fiscal, nido de las malas políticas, con una inflación de Enero de 3.3% que enero del 2014 estaría en 45-50%, una hiperinflación de dos dígitos medios, todo condensado en un desastre económico tácticamente montado por Giordani sobre un colosal derroche de fondos fiscales, incluidos los impuestos que la gente paga por vivir, y quien ha venido sustituyendo aceleradamente los mercados naturales con mercados negros. Aparentemente en línea con la agenda del socialismo de empobrecer masivamente para convertir a esos pobres en clientes sociales y desde luego, políticos del Estado/gobierno.
4. La maxidevaluación con el precio del petróleo en 113 $!!
Así tenemos que desde el 1 Enero del 2011, hasta el de Febrero del 2013, apenas 13 meses, el bolívar ha sido devaluado por Chávez, Maduro, Giordani y Merentes en 150%, algo inaudito, si consideramos que en ese mismo periodo el precio del petróleo ha subido 15 dólares el barril y se supone que entre los fondos soberanos, PDVSA y el BCV se reparten cerca de 80 mil millones de dólares, pero, la crisis cambiaria desde mediados del 2012 hasta la devaluación de ayer, dice que ni los fondos, ni PDVSA ni el BCV disponen de los petrodólares que según las cuantas deberían abundar. Queda preguntar, entonces, lo básico, si la contribución fiscal de PDVSA en el 2012 fue de 68 mil millones de dólares, de los cuales en el Banco Central hay solo 28 mil millones en promedio, donde están los reales del petróleo ? Sera posible que el derroche, la corrupción, la opacidad en el administración de esos fondos sea suficiente para desparecer esos fondos de las cuentas de la economía nacional?
5. Dinero que no compra, impuesto inflacionario con devaluación
Todas estas interrogantes requieren respuestas, hoy o mañana, o el próximo siglo, entre otros, porque una porción del abultado déficit fiscal, cerca del 35% fue financiado por el Banco Central de Venezuela cuya emisión de dinero papel y digital doblo la liquidez monetaria (M2) durante 2012, algo realmente inaudito. Ya sabemos el origen de la presión inflacionaria, y la estruendosa caída del poder de compra de la gente dada la perdida acelerada del poder adquisitivo del bolívar, aprisionado entre la escases de dólares en CADIVI y el colapso del SITME, y los precios del dólar en los mercados alternativos, no cambiarios.
En medio de ese desastre económico, parcialmente generado por el colosal gasto publico del 2012, y por la sonora incompetencia técnica del gabinete económico, ha comenzado a pasar la factura que los venezolanos ya están pagando con inflación y un precio del dólar depredado por el control de cambio. La devaluación, como todas las que han ejecutados los técnicos hombres nuevos –como los llama el PE Maduro– del gobierno tiene un objetivo netamente fiscal, de hecho, la devaluación del 46% le lleva al fisco ingresos fiscales en forma de impuesto inflacionario que cada venezolano paga transfiriendo poder de compra al gobierno; una colosal transferencia de fondos a cambio de pobreza.
6. Toda maxidevaluación contrae la economía, produce pobreza
En el corto plazo, el outlook es complejo y a todo evento conflictivo en lo social y político, la hiperinflación de dos dígitos medios está allí, lo cual sin contratos que se indexen, el impacto en el nivel de vida de los sectores medios y más pobres será brutal. La inflación según nuestras estimaciones estará entre 37 y 55% hacia finales de año, más allá de los mecanismos de represión política en los costos y precios, los cuales sumaran a la inflación otro veneno socialista, la escasez, entre esa tenaza de inflación con escasez, el 2014 no será un ano de tranquilidad social y política, la intranquilidad social que vimos en el 2012 tiende a proyectarse durante este año, el gobierno ha tocado un avispero.
La devaluación y el fuerte impacto inflacionario traerán una severa contracción económica, estimada por nosotros en -4.5%, es decir, nuevamente, fiel al ciclo revolucionario, la economía pasa otra fase de crecimiento negativo, el impacto en el proceso de creación de empleo sea considerable, la inversión privada se contraerá en un 15%, lo mismo que el consumo privado, el cual estimamos caería en 7.8% en el 2014.
El conocido cuadro de los “déficits morochos” de la teoría económica está a la vista: el déficit en balanza de pagos y el déficit fiscal, son los síntomas para otro proceso contractivo de la economía, mientras se corrigen las deformaciones en los precios y hasta que se eliminen los controles de preicos y de cambio. La señal es evidente, el racionamiento será feroz, el gobierno no dispone de petrodólares suficientes para calmar toda la demanda de divisas, la cual encontrara en CADIVI un monumental cuello de botella, tanto administrativo, como logístico y económico por los elevados costos de transacción que traerá la permisología cambiaria, algo que ya vivimos entre el 2003 y el 2005.
7. Más controles para compra un dólar, el dólar será más caro
Las cosas no terminan en los impactos de la maxidevaluación. Hay que agregar además el efecto recesivo y de las malas costumbres administrativas por corrupción del régimen cambiario, dado que el decreto firmado por el Presidente Chávez –según Giordani- trae la vuelta a CADIVI y la creación de supra organismos burocráticos para administrar el mercado para poder obtener un dólar en Venezuela. Los mercados alternativos –que no son cambiarios por definición– , cuyos arbitrajes son efectuados off shore, registraran esos efectos, particularmente los costosos cuellos de botella en CADIVI, los precios internos no podrán evitar el impacto depredador que a través de ellos impone el control de cambio, y el cual se puede observar, que desde su implementación hace diez años, la inflación promedia un 28% anual y subiendo, pese a existe una tasa de cambio fijada por disposición administrativa.
Todo indica que en un período políticamente conflictivo, que apunta a un nuevo proceso electoral para elegir Presidente de la República, el gobierno desesperadamente refuerza el control en el mercado cambiario para contar y controlar cada dólar que la economía privada demande comprar ante CADIVI. Las restricciones que nos traerán esas nuevas disposiciones cambiarias, traen mayores costos de transacción asociados no solo a la regulación, sino a las perversidades que impone un control sobre el precio de la divisa. Los ministros de la deuda y el dinero, continúan sin comprender esos fenómenos económicos, el público, el hombre en la calle, recibirá el impacto en los precios de los bienes y servicios, así existan precios controlados por la LCPJ, lo que nunca contralara el burócrata de turno, son los precios relativos, y el empobrecimiento que trae la perversión de ellos.
Bajo estas consideraciones infalibles desde la teoría económica, solo resta afirmar que las nuevas disposiciones cambiarias, más allá de la misma devaluación, están dirigidas a reforzar la descapitalización de la economía privada. Los comunistas se juegan todo en las próximas elecciones, particularmente la posibilidad y los “riesgos” de tener que entregar cuentas sobre el manejo de una colosal “fortuna petrolera”; el windfall de la renta del petróleo tiene que ser auditado, en cualquier circunstancia de vida. El venezolano requiere, para limpiar la historia venidera y el pasado conocer que ocurrió con los reales del petróleo.
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