Los residentes de Beijing usaron mucho menos fuegos pirotécnicos el domingo para celebrar el Año Nuevo Lunar chino en comparación con otros años, luego que el gobierno advirtió que la contaminación del aire aumentó en semanas recientes a niveles casi catastróficos.
Comunidades vietnamitas y coreanas también celebraron la festividad. En Pyongyang, capital de Corea del Norte, grandes cantidades de residentes ofrecían flores y hacían reverencias ante estatuas gigantes del fundador de nacional Kim Il Sung y de su hijo y fallecido líder Kim Jong Il.
En Yakarta, Indonesia, donde las ceremonias culturales chinas habían sido suprimidas antes de 1998, los chinos étnicos atestaron el templo más antiguo de la ciudad para orar por la salud y el éxito.
La capital de China registró en enero casi el doble de días llenos de smog, con niveles de partículas pequeñas contaminantes en el aire que superaron en varias ocasiones las gráficas establecidas. Ello motivó llamados de restricción, junto con una reducción del número de licencias a vendedores de juegos pirotécnicos y a la cantidad de fuegos artificiales vendidos.
Las descargas de fuegos artificiales, que comienzan el sábado en la víspera del Nuevo Año Lunar, iniciaron más tarde de lo usual, aunque alcanzaron una intensidad feroz a medianoche. También terminaron antes de lo acostumbrado el domingo por la mañana y se escucharon relativamente pocas explosiones durante el día.
Usar juegos pirotécnicos para celebrar la renovación y pedir la protección ante los malos espíritus es una parte tradicional de la celebración, que marca la festividad familiar más importante de China.
Las ventas de fuegos de artificio del martes al sábado cayeron 37% con respecto al mismo período del año pasado, de 410.000 cajas a 260.000, reportó la agencia oficial de noticias Xinhua, citando cifras del gobierno de la ciudad. La ciudad autorizó este año 1.337 puestos de venta, abajo de los 1.429 del año pasado y permitió la venta de 750.000 cajas, frente a 810.000 en 2012.
El diario oficial del gobierno de Beijing publicó la semana pasada exhortos a reducir las celebraciones con juegos pirotécnicos, diciendo que de lo contrario empeorarían significativamente los niveles de partículas contaminantes y alcanzarían niveles peligrosos.
Durante la noche del sábado en Beijing se reportaron sólo 25 lesionados y 83 emergencias por fuego relacionadas con los fuegos artificiales, casi 29% y 45% menos respectivamente frente al año pasado.
La festividad continuará durante toda la semana, con oficinas de gobierno y negocios cerrados y millones de chinos viajando a sus ciudades natales para visitar a sus familias. AP