Sí, pero sólo en cierto modo. La memoria depende de la formación de nuevas conexiones neuronales y el cerebro tiene un número finito de neuronas y un espacio limitado en el que añadir más conexiones entre ellas. Sin embargo, un cerebro sano nunca deja de aprender.
En realidad no existe tal cosa como “un recuerdo”. Cuando evocamos un hecho o un acontecimiento que nos pasó a nosotros, esto se traduce en redes de células interconectadas, reseñó la BBC de Londres.
A veces, si no podemos recordar un evento de una manera, podemos traerlo a la mente por medio de conexiones diferentes.
A medida que envejecemos y tenemos cada vez más cosas que recordar, las conexiones se vuelven más complejas. Incluso, cuando nuestro cerebro está sobrecargado, se utilizan las mismas neuronas para varios recuerdos de maneras muy flexibles.
Así, es posible que seamos más propensos a confundir acontecimientos o a tener dificultades en recordar, pero en realidad no podemos decir que “nos hemos quedado sin memoria”.