El conductor discapacitado francés, Frank Lecerf, partió hacia el supermercado el sábado por la mañana. Una hora más tarde, su carro estaba en una zanja hen Bélgica después de que llevó a la policía en una persecución salvaje a 200 km/h.
¿La razón? Él afirma que su carro se aceleró por su cuenta cuando se quedó atascado a 96 km/h sin poder detenerse.
El hombre pronto conducía su Renault Laguna a todo lo que daba. Lecerf terminó llamando a las autoridades que le acompañaron a través de los peajes y abriéndole el tráfico hasta que se quedó sin gasolina.
Lecerf habló por teléfono durante su “aventura” con los servicios de emergencia, policía, y un técnico de Renault y “no se pudo encontrar una solución”.
Por qué no lo puso en “neutro”… por qué no lo apagó de una. Cómo es posible que recorra todo ese kilometraje sin siquiera perder el control a esa velocidad.
Los misterios de la vida, pero así lo reseñan en el DailyMail.