El final de la incertidumbre que desde hace 20 meses ha dominado la agenda política venezolana parece más cercano con el regreso del presidente Hugo Chávez al país, mientras cobra fuerza la posibilidad de que se convoquen elecciones.
Analistas consultados por Efe consideraron hoy que la vuelta de Chávez tiene connotaciones desde el punto de vista emocional para los seguidores del presidente; amplía la legitimidad del vicepresidente Nicolás Maduro al frente de un gobierno en funciones y puede ser el preámbulo a unos comicios presidenciales.
El regreso de Chávez en la madrugada de hoy tras dos meses de ausencia no ha cambiado los tres escenarios que desde hace meses se barajan en Venezuela sobre el futuro: que el presidente regrese al poder, que vuelva por un corto plazo y acompañe al vicepresidente a unas elecciones o que no pueda ejercer de nuevo la Presidencia.
Sin embargo, el retorno del hombre que dirige Venezuela desde 1999, tras una operación en la que ha sufrido todo tipo de complicaciones y hasta le ha dejado sin habla temporalmente por una traqueotomía practicada tras una infección respiratoria, augura respuestas en el corto plazo.
Para el presidente de Datanálisis, “hay un gobierno y está gobernando, sin embargo ese gobierno siempre tiene una pata coja que es el hecho de que su máximo líder que ha sido el presidente no está y eso en el mediano y largo plazo es una debilidad que tiene que resolver”.
El regreso de Chavez “rescata los conectores emocionales” con la población y reactiva el “endoso que Chávez hizo a Maduro” el 8 de diciembre, antes de partir a Cuba a operarse, cuando designó al vicepresidente como su sucesor político para el caso de que algo le sucediera.
“Lo más probable es que veamos una elección en Venezuela a lo largo de este año, pero no necesariamente tiene que ser ya”, indicó León.
El regreso de Chávez tiene elementos anímicos en el plano político local: es un golpe psicológico favorable para el chavismo y devuelve la iniciativa al Gobierno en la agenda local después de que la semana pasada el líder de la oposición, Henrique Capriles, lanzara una andanada de ataques contra el Ejecutivo por su reciente decisión de devaluar la moneda.
Así lo consideró el analista John Magdaleno, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración de Caracas (IESA), para quien todo este efecto “va a ser utilizado para movilizar política, socialmente al chavismo” en “la preparación de algo más”.
“Creo que en la preparación del terreno para elección presidencial”, añadió.
El proceso de elevación de Chávez a la categoría de símbolo o icono con la intensa campaña propagandística de los últimos meses, la legitimación de Maduro como cabeza de Gobierno al frente de actos desde hace semanas y el discurso de alta confrontación que esgrime el chavismo estos días terminan de configurar esas señas preliminares a unos comicios.
Para Magdaleno, en todo caso, la convocatoria o no de unas elecciones supone una decisión ligada completamente a la evolución del estado de salud de Chávez.
Para Nícmer Evans, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela, la llegada de Chavez implica necesariamente una solución cercana en algún sentido tanto a lo que tiene que ver con el ejercicio del mandato como con la posibilidad que abrió el propio gobernante el 8 de diciembre.
“Creo que el regreso del presidente Chávez implica entre otras cosas el hecho de que ya hay decisiones que han podido ser tomadas con relación al conocimiento ya más pleno de su capacidad de recuperación y su estado de salud”, señaló, al afirmar que uno de los retos para el Gobierno es anunciar esas decisiones.
No obstante, Evans coincide que las opciones de futuro están directamente ligadas a la condición de salud del presidente en “un relativo corto tiempo”.
“Pero el tiempo que sea es necesario para que esa decisión sea la más eficiente posible desde el punto de vista de la estrategia política del presidente Chávez”, indicó, al señalar que el Gobierno no va a responder de acuerdo a los tiempos reclamados por la oposición sino a los que considere el chavismo. EFE