Los retrasos en la liquidación de divisas y la regulación de los precios de algunos medicamentos por parte del Gobierno generan un desabastecimiento que alcanza a la mayoría de las farmacias del país. En Nueva Esparta, el panorama no es distinto. Los productos llegan en pocas cantidadesy desaparecen casi de inmediato de los anaqueles. elsoldemargarita.com.ve
Así lo aseguraron los representantes de distintas farmacias de Porlamar, quienes señalaron que las medicinas que mayores fallas presentan son las controladas, las cuales constituyen cerca de 6.000 ítems.
Alberto Fermín Gómez, regente de la farmacia Zona Libre, ubicada en la avenida 4 de Mayo, dijo que la falta de divisas impide a los laboratorios abastecer sus inventarios.
Igualmente, indicó que en el caso de las medicinas reguladas, “aunque son una gran ayuda para las personas”, tienen precios que no cubren ni el costo de los envases de los productos. “Y la gente no puede trabajar para perder”.
Entre los fármacos que más escasean en Margarita destacan las recetadas para tratar la diabetes como el Glucofage, los problemas de tensión y de tiroides. Además, faltan Ibuprofeno, algunos antigripales y medicamentos para niños, como aspirinas, trangorex de 200 mgs para arritmia que no se consigue.
Opciones
En un mercado donde las fallas en el suministro son constantes tanto los consumidores como los vendedores e importadores, se ven obligados a buscar alternativas para concretar sus transacciones.
En algunas farmacias de la Isla, el desabastecimiento las ha llevado a regular la venta de medicamentos, tal como ocurre con los alimentos.
“Hay pacientes que vienen y piden tres cajas de Euthyrox (recetado para la tiroides), pero yo les vendo una caja. No para acaparar sino para evitar que una sola persona se lleve todo y darle la oportunidad a otros pacientes a que puedan comprar”, afirmó Fermín Gómez.
Por otra parte, están los consumidores que visitan entre tres y cinco comercios farmacéuticos para comprar sus medicamentos. Así como los laboratorios, que deben agregar algún componente a los productos para compensar el precio de los artículos regulados, que cuestan más de que su precio oficial.
“Hay casos también en que venden otras medicinas no reguladas mucho más caras para poder compensar esta falta”, comentó.