Una reforma al impuesto sobre las ganancias extraordinarias de la industria petrolera en Venezuela entró en jueves en vigencia tras la publicación de un decreto firmado por el presidente Hugo Chávez, que permitirá al Gobierno incrementar los recursos para financiar sus programas sociales, semanas después de anunciarse una devaluación de la moneda local.
La reforma forma parte de un conjunto de medidas económicas anunciadas a finales de enero por el vicepresidente Nicolás Maduro y que fueron aprobadas por el mandatario venezolano mientras se encontraba convaleciente en Cuba tras ser sometido a una cuarta cirugía por el cáncer que padece.
El nuevo esquema tributario establece que Petróleos de Venezuela (PDVSA) y sus empresas mixtas deben pagar el impuesto que grava la diferencia entre el valor del barril presupuestado para el 2013 de 55 dólares y el precio de venta real.
Según el decreto publicado el jueves en la Gaceta Oficial, se aplicará una tasa del 20 por ciento si el precio de venta del barril de petróleo está entre 55 y 80 dólares por barril de crudo.
El impuesto asciende a 80 por ciento si el barril es vendido entre 80 y 100 dólares y a 90 por ciento en caso de que el precio sea de entre 100 y 110 dólares.
En el caso de que el precio del barril supere los 110 dólares, el impuesto será del 95 por ciento.
También se contempla un nivel de 80 dólares por barril como precio máximo para el cálculo y la liquidación de Regalías, impuestos de Extracción e impuesto de Registro de Exportación.
La modificación además deroga las disposiciones que regulan los aportes que entrega PDVSA a un fondo discrecional (Fonden) del Gobierno, lo que engrosaría la caja de la petrolera estatal.
En Gobierno había explicado que con esta reforma se incrementarían las divisas destinadas a las reservas del Banco Central de Venezuela (BCV).
Maduro anticipó que habrían más medidas económicas, pero su anuncio quedó en suspenso debido al inesperado retorno de Chávez a Caracas, donde está internado sin haber sido visto en público.
Una de las medidas pendientes es una reforma fiscal, cuyo alcance no se ha informado y que es analizada por legisladores a pedido de las autoridades económicas.
El Gobierno sólo anunció la devaluación de la moneda local, el bolívar, a 6,3 bolívares desde los 4,3 bolívares por dólar. Reuters