El tordillo Jorge Prince y su entrenador Juan Carlos Ávila volvieron a reencontrarse ayer, a las 10 de la mañana, luego de la operación a la que fuera sometido el campeón sprinter 2012 por una fractura en el maxilar superior.
Jorge Prince, arribó a su cuadra como si nada. Se le notaba alegre, pese a la delicada cirugía. Pasó la noche del martes en el Hospital Veterinario del Hipódromo La Rinconada, como medida de prevención.
“El campeón amaneció muy bien. Se le hizo su hematología y sus valores están excelentes. Por supuesto, se encuentra un poco adolorido por el trauma que representa una intervención del maxilar. Aparentemente, todo está en orden y esperamos en un mes hacerle unas radiografías para conocer su evolución”, dijo el médico veterinario Julio de Jesús Lobo.
“Decidimos dejarlo en el hospital la primera noche debido a que pueden haber hemorragias o alguna incomodidad. Así estamos más tranquilos”, agregó Lobo, quien detalló que Jorge Prince tendrá una alimentación suave. “Es como una sopa con alfalfa y sus vitaminas. Por otra parte, se le va a realizar una cura local tres veces al día, con antibióticos y antiinflamatorios. Estará en observación unos tres o cuatro días”.
Lobo ratificó que el hijo de Solitary Vision, del Haras Oropal, podrá caminar en el picadero dos veces al día.
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