· Un Tsunami, según se cuenta, fue lo que acabó con la civilización minoica de la isla de Creta. Al parecer tuvo su origen en la explosión del volcán de la isla de Santorini.
Hay incluso quien asocia este Tsunami al paso de los israelitas por el Mar Rojo. Moisés pasó justo en el momento en que el mar se retiró y los egipcios con el faraón cuando venía la gran ola (moraleja: el desastre de algunos países es la salvación de otros, mulato).
· La peste negra acosó a la Europa medieval y casi acaba con la humanidad. Un total de 75 millones de personas perdieron la vida. Tenía su origen en las pulgas de las ratas, pero como esto nadie lo sabía, decidieron culpar a los judíos de envenenar el agua. Acto seguido los persiguieron y lincharon (moraleja: los chivos expiatorios no resuelven la raíz del problema, atrévete, crucemos el Jordán-ni).
· El incendio de Londres del año 1666 agarró a la ciudad desprevenida: las casas eran de madera, pegadas unas de otras y el verano había sido intenso. El incendio se inició en casa del pastelero del rey y se extendió por una ciudad que no contaba con bomberos (moraleja: no confíes en la suerte, aun en los sitios donde llueve todos los días, el día de la candela no lloverá).
· El terremoto de San Francisco de 1906 sigue siendo el mayor desastre geológico de los Estados Unidos. La ciudad de San Francisco está construida sobre la falla de San Andrés, que se activa cada 200 años. Fallecieron 3 mil personas y 225 mil quedaron sin hogar (moraleja: todo lo que se construye sobre una falla corre riesgo de derrumbarse).
· La hambruna china de 1958 fue consecuencia de las desastrosas políticas agrícolas de Mao Tse Tung (nuestro querido hermano Mao). Se calcula que murieron entre 40 y 50 millones de personas (Mao casi alcanza a la peste negra). Mao denunció que se trataba de una conspiración de Henlique Lalonky y ejecutó a muchos de los que morían de hambre porque supuestamente escondían el arroz (moraleja: “huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes, es un país de esclavos”).
Sin alusiones personales.