Venalum, la reductora de aluminio primario más grande de Venezuela y Latinoamérica, declaró fuerza mayor sobre sus despachos por un conflicto laboral que mantiene cerrada la planta, dijo el viernes una fuente relacionada a la firma, reseña Reuters.
La medida incluye los envíos al exterior pero, según operadores consultados por Reuters, la baja producción ha obligado a cortar las exportaciones desde el año pasado para privilegiar el mercado interno.
“Se declaró la fuerza mayor por el conflicto laboral“, dijo a Reuters una fuente del Ministerio de Industrias, responsable de la firma.
La protesta laboral comandada por el sindicato de la empresa mantiene paralizada la planta desde principios de febrero en reclamo de mejoras laborales.
La declaratoria de fuerza mayor blinda a la empresa frente a potenciales demandas por incumplimiento de los contratos suscritos con los clientes.
Venalum tiene una capacidad instalada de 430.000 toneladas métricas por año.
Sin embargo, años de tímidas inversiones, atrasos tecnológicos y constantes conflictos laborales han afectado la producción que el año pasado fue de 147.832 toneladas métrica, su peor nivel en más de 20 años, mientras que en el 2011 fue de 260.720 toneladas, una baja de un 43,2 por ciento, según cifras no oficiales.
La mayoría accionaria de Venalum es del estado venezolano y el restante 20 por ciento pertenece a un consorcio de firmas japonesas integradas por Showa Denko, Kobe Steel, Marubeni, Sumitomo Chemical, Mitsubishi Materials y Mitsubishi Aluminum.
Desde el 2009 las firmas japonesas intentan vender su participación por una disputa sobre los precios del metal con el Gobierno del presidente Hugo Chávez.
Producir una tonelada de aluminio en Venezuela cuesta alrededor de 4.000 dólares, el doble del mercado internacional.
Venalum exportaba el 75 por ciento de su producción a Estados Unidos, Europa y Japón. Sin embargo, desde el 2009, con la caída en picada de su producción redujo al mínimo sus envíos.
Fuentes de la industria y operadores internacionales dijeron a Reuters que la situación de la industria del aluminio en Venezuela es dramática y que de exportadores han pasado a importar.
“La cosa están tan mal que constantemente recibimos invitaciones pidiéndonos que le vendamos aluminio primario”, dijo un comerciante de una firma estadounidense.
Reuters/ Reporte de Diego Oré