Cazas sirios atacaron el miércoles a rebeldes que intentan tomar una academia de policía en las afueras de Alepo, al tiempo que combatientes yihadistas chocaban con las fuerzas del gobierno en una crucial carretera que conduce al sureste de la ciudad, informaron activistas.
Alepo, la ciudad más grande de Siria y ex capital comercial del país, se convirtió en un frente clave en la guerra civil después que los insurgentes lanzaron una ofensiva allí en julio de 2012. A lo largo de varios meses de cruentos enfrentamientos callejeros, los combatientes de la oposición han ampliado poco a poco el territorio bajo su control, aunque la violencia ha dejado en ruinas la mayor parte de la ciudad.
La academia de policía ha surgido recientemente como un nuevo frente en la batalla por Alepo, que se considera un importante objetivo en el conflicto. Los activistas dicen que el gobierno ha convertido la instalación en una base militar y la utiliza para efectuar ataques artilleros contra zonas controladas por la oposición en el campo, así como vecindarios en manos rebeldes dentro de la ciudad.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que el viernes hubo fuertes combates alrededor del complejo, ubicado en el suburbio de Khan al-Asal.
“Los rebeldes están tratando de tomar la academia, pero no pueden porque el gobierno realiza ataques aéreos contra las fuerzas rebeldes”, dijo el director del Observatorio, Abdul-Rahman.
El directivo agregó que por lo menos seis insurgentes perdieron la vida el miércoles en los combates, lo que incrementó la cifra de muertes en los últimos tres días a 37 combatientes de la oposición y más de 50 efectivos del gobierno.
Otro frente clave en la batalla por el control de Alepo es el aeropuerto internacional de la ciudad. Desde hace meses los rebeldes intentan tomar el control de la instalación y en semanas recientes han tenido avances, luego de capturar puestos de control y una base militar encargada de proteger el aeropuerto.
El gobierno está desesperado por mantener el control de la instalación, que en el pasado se ha usado para recibir suministros a las fuerzas gubernamentales que operan en la ciudad. Sin embargo, los combates han obligado al gobierno a cerrar el aeropuerto y a enviar provisiones y refuerzos por tierra.
La mayoría de esos refuerzos, incluidos decenas de vehículos y miles de soldados, están ahora empantanados en la ciudad de Safira, al sureste de Alepo, según Abdul-Rahman. Combatientes de Jabhat al-Nusra, un grupo rebelde de extremistas islámicos que Estados Unidos ha designado como organización terrorista, han bloqueado la carretera que va de Safira al aeropuerto y desde hace semanas combaten a fuerzas del gobierno en esa vía, impidiéndoles que avancen hacia el norte para unirse a otras tropas gubernamentales allí.
El Observatorio reportó fuertes enfrentamientos al norte de Safira el miércoles, en que ambas partes se atacaron con morteros y artillería.
Los insurgentes han logrado varias victorias estratégicas en semanas recientes, las cuales parecen mostrar un cambio en el impulso del conflicto iniciado hace dos años, que según la ONU ha generado la muerte de más de 70.000 personas. Los rebeldes, que ya controlan la mayor parte de las zonas rurales en el noreste, han capturado la mayor hidroeléctrica del país, un importante campo petrolero y dos bases del ejército en lo que va de este año.
Han comenzado también a atacar el centro de Damasco con morteros como parte de su esfuerzo por llevar los combates desde los suburbios controlados por ellos hasta el corazón de la capital. El miércoles, el Observatorio informó que varios morteros explotaron cerca de la sede de la justicia militar y a poca distancia del Colegio de Literatura en el centro de Damasco.
Parece que parte de la estrategia insurgente es romper la sensación de normalidad que el régimen del presidente Bashar Assad ha tratado desesperadamente de mantener en la capital, la cual ha estado aislada de la mayor parte de la violencia que devasta al resto del país.
La guerra civil ha obligado a cientos de miles de sirios a abandonar sus viviendas y buscar refugio en otras partes de la nación y el extranjero.
Jordania informó el domingo de una nueva ola de refugiados que cruzan la frontera hacia ese reino en momentos en que se intensifican los combates en el sur de Siria.
Anmar Hmoud, portavoz del gobierno para asuntos de refugiados sirios, dijo que unas 3.000 personas de ese país han llegado recientemente a Jordania, lo que hace aumentar la cifra de refugiados sirios en territorio jordano a casi 420.000. Algunos de los que pasan por los cruces fronterizos no oficiales encuentran refugio en el campamento Zaatari, donde ahora viven más de 105.700 refugiados. Muchos más están viviendo con familias jordanas.
La ONU afirma que hay casi 925.000 desplazados sirios en toda la región. AP