Maidolis Ramones Servet
Bebederos de animales, cauchos, materos y tanques descubiertos son parte de los criaderos que existen en las casas por lo que José Manuel García, director nacional de Epidemiología, insistió en la prevención como primera medida. Una sola vivienda puede tener hasta 100 potenciales depósitos de zancudos.
El estado Zulia, dada su densidad poblacional, es el que acumula más casos en todo el país. El último boletín epidemiológico publicado por el Ministerio de Salud, y que corresponde a la semana N° 6, señala que en la región hay un acumulado de 866 casos acumulados de un total nacional de 6.185 pacientes, es decir, el 14% del universo de pacientes del país.
Al estado solo le sigue, lejanamente, Mérida, con 699 reportes.
A esto se suman 150 casos reportados en la ficha epidemiológica regional de la semana N° 7, que aún no ha sido publicada por el Ministerio de Salud, pero que fue facilitada por Epidemiología regional, cuyas autoridades también insisten en la toma de medidas desde las propias casas.
“Cuando hacemos las visitas, casa que visitamos, casa en la que encontramos criaderos. El apoyo de las comunidades es muy importante para frenar la expansión del dengue”, dijo Ana Izaguirre, epidemióloga de la región.
La abatización y la fumigación por parte de las autoridades funcionan para acabar con los zancudos y sus huevos, pero si los criaderos continúan en las casas, es muy poco el efecto que se pueda tener.
La aseveración fue confirmada por Miriam Morales, viceministra de Redes de Salud Colectiva, quien aseguro que el trabajo de las cuadrillas se realiza en todo el país, pero advirtió: “Las fumigaciones solo acaban con el zancudo, pero ahí no se resuelve el problema. Luego de expandir el humo, en unos tres días habrá zancudos otra vez. Esto requiere una estrategia combinada con fortísima participación comunitaria”, dijo.
No obstante, en una consulta realizada a través de nuestras redes sociales, los seguidores consideran que la principal causa de incremento del dengue se debe a escasas jornadas de fumigación.
A la esposa de Wilmer Rojas, habitante de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante, le picó el también conocido zancudo patas blancas.
“Le dio una fiebre fuerte. Las plaquetas se le bajaron y los médicos dijeron que era dengue. No le diagnosticaron el hemorrágico sino el tipo clásico, aunque si uno le apretaba los brazos se le hacían rosetas como hematomas. No se le complicó porque acudimos rápido al médico”, precisó Rojas.
Además de la participación propia, los vecinos se deben unir en comunidad, aseguró José Manuel García.
“No basta con que yo limpie mi casa de posibles criaderos. Si el vecino no lo hace, igual da, porque los mosquitos vendrán a la mía. La idea es que los limpiemos todos y en un mismo momento. Eso tiene muchísimo más impacto que mil cuadrillas desplegadas fumigando”, expuso García.
Existen cuatro serotipos del virus del dengue. La primera vez que una persona es contagiada, adquiere el dengue clásico, que se manifiesta con aumento rápido de la temperatura, escalofríos, dolor de cabeza, ojos y músculos, y erupciones cutáneas. Estos síntomas se empiezan a notar entre los cinco y ocho días después de la picadura y pueden durar de tres días a una semana.
Una persona que sufre dengue clásico no vuelve a padecer el mismo tipo de virus, pero sigue expuesta a los demás serotipos, que mutan hacia el dengue hemorrágico.