Durante el año pasado la industria petrolera venezolana estuvo envuelta en una de las tragedias más lamentables ocurridas en el país, Amuay se convirtió en un escenario desolador y así, otros acontecimientos petroleros han dejado en entredicho la función de la estatal más importante de Venezuela. Así informa Notitarde.
Oglis Clisanchez Andrades/ Yersey Arismendi Arocha
Conocedores aseguran que la falta de mantenimiento en los complejos refinadores es la causante de una baja producción petrolera que, en lugar de ir en ascenso, ha disminuido con los años.
Integrantes de la organización Gente del Petróleo, conocedores de este tema y críticos respecto a la actualidad de la industria, nos acompañan en el Desayuno en la Redacción de este domingo para disertar sobre el tema.
Ramón Marcano, Manuel Barreto, y Ángel Ruocco asistieron a este encuentro en el que estuvieron presentes por Notitarde, Laurentzi Odriozola Echegaray, director del diario; Margarita Jiménez Márquez, miembro de la junta directiva; Francisco Briceño, editor-jefe de Notitarde La Costa; Humberto Torres, editor de Ciudad; Yersey Arismendi, editora de cierre de Notitarde La Costa y Oglis Clisanchez Andrades, quien suscribe este trabajo.
Ramón Marcano, quien durante 34 años laboró para la industria petrolera y entre sus cargos fungió como gerente de la refinería El Palito (REP), opina que la industria petrolera venezolana está en un proceso de “crisis” que incluye índices de accidentalidad y una bajísima productividad. Recuerda que en el año 2002 se producían casi 50 barriles por trabajador, ahora se trata solo de unos 25. En su opinión, la principal industria del país requiere de un cambio drástico.
Su experiencia en la refinería El Palito (REP), ubicada en esta entidad, le permite opinar respecto al apagón ocurrido recientemente que dejó a este complejo inoperativo por al menos cuatro días.
Explicó que toda refinería debería tener una base sólida en sus servicios, sin embargo, esto no sucede actualmente.
Cuenta que se abandonaron los mantenimientos y que los servicios se deterioraron, “vapor, agua, gas, energía eléctrica, todo un sistema de seguridad que al no tenerse ocasiona que la operación en algún momento fallará”. Recuerda que anteriormente en El Palito estos servicios eran de excelencia, pero, ahora prácticamente no funcionan.
“Había cuatro calderas en excelentes condiciones, entiendo que ahora apenas hay dos confiables, los turbogeneradores que generaban toda la energía se han deteriorado, ahora de casualidad hay uno”, detalla.
Esta situación ocasiona que el complejo refinador deba surtirse de energía a través del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), desde donde la energía producida debería ser utilizada para ofrecer un óptimo servicio a la población venezolana. Marcano, cuenta que antes Planta Centro funcionaba para la REP solo como una fuente alterna de energía, es decir, únicamente utilizada en caso de una falla o de un mantenimiento que fuese a cumplirse en algún servicio, “solo así se importaba energía eléctrica de Planta Centro”.
Pero ahora la situación es otra, de allí que el apagón que la semana pasada afectó a varios estados del país dejará inoperativo por cuatro días el complejo refinador carabobeño, donde se producen al menos 54 mil barriles diarios de gasolina. Un total de 216 mil barriles de combustible dejaron de procesarse.
Ha disminuido la capacidad operacional
Hasta 2002 en la industria petrolera la confiabilidad operacional alcanzaba en 98% en destilación atmosférica, actualmente se estima en un 50%, aproximadamente.
Cifras de Pdvsa indican que el consumo nacional de gasolina está alrededor de los 320.000 barriles diarios, aún cuando la producción de las refinerías alcanza escasos 250.000 barriles diarios, así lo revelan los integrantes de Gente del Petróleo, quienes agregan que se trata de un déficit que alcanza los 70.000 barriles diarios.
Y así, Venezuela de ser uno de los principales productores de crudo se ha convertido incluso en importador de combustible de alto octanaje, dada la baja producción existente en la actualidad, según narran los conocedores del área.
Estimaciones de la representación de Gente del Petróleo, dan cuenta de que entre diciembre de 2011 y abril de 2012 se importaron al menos 46.000 barriles diarios, a un costo que aseguran podrían rondar los 500 millones de dólares.
A la fecha, esta cifra habría aumentado y la importación actual sería de entre 50 mil y 60 mil barriles diarios, “según fuentes independientes, Venezuela es el mayor comprador de gasolina desde Estados Unidos y la tendencia muestra un marcado crecimiento”.
Quienes forman parte en Gente del Petróleo sostienen que con el dinero que se invierte para la importación de combustible, el Estado bien podría cumplir con los compromisos laborales pendientes con los diversos gremios del país.
A juicio de Ramón Marcano, la Pdvsa actual “ha destruido” la cultura de trabajo y la eficiencia de la industria petrolera, lo que indica, “ha generado a los venezolanos solo miseria y angustias”.
Política inadecuada de mantenimientos
Para la dirigencia sindical petrolera y muchos de sus trabajadores, la situación que actualmente vive Pdvsa viene dada por la falta oportuna de mantenimientos, corrección de los equipos y manejo inadecuado de la estatal en sus diversas áreas.
La tesis de Gente del Petróleo no escapa a la mencionada anteriormente. Marcano recuerda que antes los equipos estaban clasificados para recibir mantenimiento de acuerdo al tiempo de trabajo, pero existían además los denominados mantenimientos generales, que incluían las paradas de planta programadas.
“Se hablaba de mantenimiento mayor de planta y era cuando se aprovechaban además los avances tecnológicos para adaptar una planta a los nuevos esquemas y desarrollos”.
Ángel Ruocco dice que a estos procesos de rehabilitación se sumaba también la formación oportuna y consecutiva del personal, una parte que Pdvsa tuvo siempre muy en cuenta como parte del desarrollo de la industria.
Incluso se conformaban equipos denominados de pre-parada, es decir, encargados de enfocar el trabajo en lo que podría encontrarse para estar así atentos y preparados con la intención de mejorar e implantar nuevos sistemas, “y así siempre nuestras plantas eran actualizadas”.
La producción no crece
Manuel Barroso, Ramón Marcano y Ángel Ruocco, señalan que para el año 2002 la producción petrolera alcanzaba entre 3 millones 200 y 3 millones 400 mil barriles diarios de crudo, mientras que las proyecciones para la actualidad eran de unos 6 millones de barriles diarios.
No obstante, a la fecha y según las cifras que manejan, la producción apenas alcanza los 2 millones 500 mil barriles. Esta situación los lleva a considerar que el Gobierno actual llegó con la filosofía de llevar a la industria petrolera al mínimo, por tanto, sin el interés de que crezca.
Marcano apunta que desde 2003 la producción ha caído en más de 800 mil barriles y que además, han crecido de forma significativa las cifras de accidentalidad. Destaca que desde 2003 se han originado unos 347 accidentes dentro de la industria. “Después de tener cero accidentes, éstas son las cifras y, ha habido 64 muertes, eso sin incorporar lo ocurrido en Amuay”.
No hay nuevos proyectos
Quienes hacen vida en la organización Gente del Petróleo, mencionan con preocupación no conocer sobre nuevos proyectos en la industria petrolera, planes que sean indicios de su crecimiento, de desarrollo.
¿Dónde están los nuevos proyectos de la industria petrolera? se pregunta Marcano, quien recuerda que hasta 2002 existieron y se realizaron importantes planes en beneficio de Pdvsa.
Menciona entre ellos la creación del criogénico de Oriente, “que lo hicimos nosotros con asociación de empresas extranjeras, pero que trabajaban bajo nuestras órdenes, no éramos nosotros quienes trabajamos para ellos”.
Interviene Manuel Barreto, quien durante al menos 18 años laboró en la industria y, recuerda la recuperación de cuencas a cargo de Julio César Carrozo, quien hacía el trabajo a través de procedimientos naturales.
Narra Barreto que Carrozo creó los moteles de pájaros y que además utilizó la bosta de vaca como una herramienta para estos procesos. Se le conoció además por la utilización de “chinas” a través de las cuales se lanzaban pequeños envoltorios de papel con semillas que aterrizaban en los cerros y que formaban parte también de una especial técnica para la recuperación de cuencas.
Iniciativas como ésta y otras tantas que permitían el crecimiento de la industria petrolera, dejaron de existir, incluso, Marcano menciona que Pdvsa dejó de ser esa empresa modelo en la que todo venezolano soñaba con trabajar.
Lamenta que ahora les llamen “apátridas” y asegura que es ahora cuando verdaderamente se está entregando la industria, “es ahora cuando otros tienen la autoridad y se llevan el producto, antes aquí nadie sacaba un barril sino lo colocaba Pdvsa”.
Agrega que en Pdvsa el liderazgo era responsabilidad de grandes visionarios, quienes se encargaron de que el negocio petrolero fuese altamente competitivo y rentable, “que diera al país la mayor productividad y el mayor beneficio al venezolano, ésa era la misión, que se entregara el mayor valor agregado del petróleo al Estado para que éste se encargara de hacer y dar el mejor beneficio a Venezuela”.
Un plan de negocios conocido por todos
Existió en Pdvsa un plan de negocios que era conocido no solo por el Gobierno y las autoridades de la estatal, sino también difundido por los medios de comunicación y por ende, capaz de llegar a cada ciudadano venezolano, “ahora no sabemos cuáles son los planes”, aseguran.
Prosiguen señalando que hay pozos que no se recuperaron y cuyo procedimiento es ahora bastante costoso.
Ramón Marcano destaca que en Venezuela ya no existe la exploración, que son procesos que se vinieron al mínimo, situación que ahora se traduce en el hecho de que hay pocas probabilidades de encontrar nuevos yacimientos.
La representación de Gente del Petróleo añade que “el desastre” de administración existente en Pdvsa se refleja en cada ámbito de la industria, sobre todo, en sus refinerías y los complejos procesos que en éstas se desarrollan.
Estimaciones indican que la caída de la producción es “extremadamente elevada” y que por esa razón, el Gobierno está importando los mayores volúmenes de gasolina en la historia del país. A ello, suman “el despilfarro que significa el contrabando de gasolina por las mafias que funcionan al amparo de distintos sectores del Gobierno”.
Cuentan que en Pdvsa incluso ha cambiado el sistema de transporte para cargar el combustible. Antes era necesaria una certificación por parte del Ministerio de Energía y Minas, había que cumplir con un protocolo de carga, el vehículo debía estar permisado y el conductor ampliamente calificado, además de cumplir con sistemas de protección diversos.
Principios y valores
Manuel Barreto recuerda los preceptos que hasta el año 2002 se mantuvieron en Pdvsa, “nos conducimos con integridad, modelamos respeto por la gente, procedemos con equidad, actuamos con responsabilidad social, estamos comprometidos con la seguridad y mantenemos los más altos niveles de competitividad”.
Después de esa fecha cada precepto ha cambiado, ahora les preocupa el futuro de Pdvsa y consideran indispensable un cambio en la conducción del sector energético del país.
Creen que ahora a la industria petrolera no se le da la importancia de antes y recuerdan que el hecho de tener petróleo minimizó a Venezuela la potencialidad de desarrollar los campos del país. “Antes éramos exportadores de café, producíamos; ahora perdimos toda esa formación”.
Fuera de nuestras fronteras, un importante contingente de hombres y mujeres conocedores de la industria petrolera venezolana decidieron partir para ganar experiencia y mostrar su potencialidad en otras tierras. Ahora, en cada país en el que se encuentran han colaborado de manera significativa para el desarrollo y crecimiento de este sector, sin embargo, se mantiene el deseo y la intención de regresar. Es el propósito no solo de ellos sino también de quienes decidieron quedarse acá y mantienen la esperanza de nuevamente aportar sus conocimientos para la compañía petrolera venezolana.
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