Milicianos del Talibán envenenaron y luego mataron a balazos a 17 personas en un ataque nocturno contra un puesto de la policía local en el oriente de Afganistán, dijo el miércoles un funcionario del gobierno.
Los milicianos envenenaron de alguna forma a las personas dentro del puesto de avanzada el martes por la noche, incapacitándolas para después balearlas, dijo Abdul Jamhe Jamhe, un líder del gobierno provincial de Ghazni. No estaba claro cuál fue el método utilizado para el envenenamiento, agregó.
Los muertos son 10 miembros de la policía local y siete amigos civiles, dijo el gobernador provincial Musa Khan Akbarzada. Agregó que se trató de una conspiración, pero no confirmó el uso de veneno.
La Policía Local Afgana, una fuerza a nivel de aldeas apoyada por soldados estadounidenses, con un entrenamiento a nivel básico y supervisada por el ministerio del Interior, tiene la tarea de ayudar a llevar seguridad a zonas remotas. Pero el presidente Hamid Karzai ha expresado temores de que, sin un examen cuidadoso del origen de sus integrantes, el programa pudiera terminar armando a delincuentes y caudillos locales.
El portavoz talibán Zabiula Mujahid se adjudicó la responsabilidad por el ataque. Le dijo a The Associated Press por teléfono que los atacantes balearon a los hombres cuando estaban dormidos, pero que no se usó veneno.
En tanto, en la capital, un atacante suicida se deslizó debajo de un autobús lleno de soldados afganos e hizo estallar sus explosivos, lo que provocó heridas a 10 personas en un ataque que subraya la capacidad de los extremistas islámicos de atacar incluso en Kabul.
El hombre, que lucía un abrigo negro, se acercó en medio de una intensa nevada cuando los soldados abordaban el vehículo, dejó en el suelo su sombrilla y se metió debajo del autobús como si fuese a arreglar algo, dijeron testigos.
Mientras observaba desde el otro lado de la calle, el oficinista Ahmad Shakib dijo que por un momento pensó que se trataba de un mecánico.
“Pensé, ¿qué está haciendo ese loco? Y entonces ocurrió la explosión y llamas” que envolvieron el chasis desde abajo, dijo. “Fue una explosión muy fuerte. Aún no puedo oír realmente”.
La policía de Kabul dijo que el ataque, el segundo en la semana, hirió al menos a seis soldados y cuatro civiles. El agresor murió.
El gobierno afgano utiliza autobuses para transportar soldados y trabajadores de oficinas hacia el centro de la ciudad, y esos vehículos han sido blancos comunes para ataques de las milicias islámicas.
Mujahid, el portavoz del Talibán, también se adjudicó la responsabilidad por el ataque en Kabul. AP