El presidente de Conindustria, Carlos Larrazabal, aseguró que en el país existe un sector formal de la economía, establecido desde hace muchos años, que se maneja en la gran mayoría de los casos de forma ética. Sin embargo, sostiene que a medida que los controles son mayores, los incentivos para la corrupción son más altos.
Institucionalmente repudia que existan factores que actúan fuera de la ley, a propósito del reciente descubrimiento de un contenedor con escombros que justificó ante Cadivi la entrega de 1.800 millones de dólares. Así lo informó Unión Radio.
Alejandra jacobo-Unión Radio
Destacó que Conindustria constantemente profundiza en las actividades de su Comisión de Ética para sembrar los valores entre el empresariado venezolano.
Para Larrazabal la única solución es minimizar los controles y aplicarlos efectivamente donde realmente se requieran.“Se ha comprobado que a medida que se establecen más controles en una sociedad lo que se está buscando y motivando es cómo crear la trampa y la corrupción”, explicó.
En entrevista a Unión Radio indicó que las políticas de control nunca conllevan a los resultados deseados, pues señala que cuando las brechas entre el precio de un producto o de un bien, “en este caso la moneda”, son bajos, versus lo que se cotiza en otros mercados y frente a la escasez del bien, “la motivación para que se realice la trampa siempre será alta”.
Por otra parte, reconoció que el gobierno nacional ha logrado establecer unos sistemas automatizados modernos, que van desde los procesos en las aduanas hasta estableciendo controles con guías de movilización.
Advirtió que mientras existan autoridades o funcionarios que rompan los controles “motivará a cualquier actividad ilegal”.
Citó como ejemplo el caso de la gasolina en la frontera colombo-venezolana. “Cuando las brechas de precios de la gasolina son tan brutales entre ambas naciones, esto motiva a cualquier actividad ilegal”.