Al menor asomo de que a una ferretería pudiera llegar un camión cargado con cemento, los clientes madrugan para hacer cola frente al establecimiento, y así poder adquirir este elemental producto de la construcción, informa El Carabobeño.
Beatriz Rojas | [email protected]
Quien tenga en sus planes remodelar su casa, o construir una pieza adicional, se encontrará con este triste panorama. Podrá tener el dinero necesario para ejecutar la obra, pero buena parte de los materiales no se encuentran tan fácilmente como se piensa.
Junto al cemento, la cabilla es otro de los materiales de construcción que escasea, por lo que muchas futuras edificaciones particulares están paralizadas, quién sabe hasta cuándo.
Sin identificarse por temor a represalias, propietarios de algunas ferreterías visitadas sostienen que tienen que aguantar insultos de algunas personas, por el simple hecho de no tener en sus negocios para la venta, cabillas y cemento. “Nos llaman acaparadores y nos amenazan con que nos van a mandar al Indepabis. Que lo hagan, cualquier representante de organismo público que nos visite, se dará cuenta que aquí no hay acaparamiento de ningún tipo, lo que hay es escasez”.
Como evidencia de la búsqueda interminable de materiales de construcción, durante la entrevista en la puerta de la ferretería algunas personas preguntaban desde carros, motos y hasta de bicicletas, por el cemento.
Comerciantes del ramo aseguran que tampoco se consiguen mallas. Había problemas con el pego, pero ya se solventó. Las cabillas más solicitadas son las de tres octavos, que son las utilizadas para construir piezas con techos de zinc, pero no hay en existencia.
Los vendedores piensan que el mercado no se surte con estos materiales con regularidad, porque la mayoría de la producción está destinada a la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Gilbert Dao, presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC), sostuvo recientemente que en el caso de la cabilla y el cemento hay una escasez del 70% en el mercado, y si se consigue está muy por encima del precio regulado.