El ministro del Interior chileno, Andrés Chadwick, dijo hoy que el Gobierno ve “con buenos ojos” que se realice una nueva audiencia para que la Fiscalía y la defensa de los tres soldados bolivianos acusados de ingresar ilegalmente y armados al país traten de alcanzar un acuerdo.
“Si existe dentro del proceso judicial la posibilidad de encontrar una solución judicial y jurídica, el Gobierno, obviamente, la respeta y la ve con muy buenos ojos”, dijo Chadwick.
El ministro subrayó que el Ejecutivo chileno no ha tenido ninguna participación en el acuerdo entre el Ministerio Público y la defensa de los reclutas, que este miércoles solicitaron al Juzgado de Garantía de Pozo Almonte (norte del país) que fijara una nueva audiencia para discutir una salida al caso y evitar ir a juicio.
Chadwick insistió en que esta polémica debe resolverse por la vía judicial y no por el camino de la política o la diplomacia, como reclamaron las autoridades bolivianas y incluso algunos sectores de la oposición en Chile.
“El poder Ejecutivo ni ninguna autoridad administrativa tienen la atribución de expulsión si es que se ha cometido un delito, eso inmediatamente tiene que pasar al Ministerio Público. En Chile los objetivos políticos y diplomáticos se obtienen respetando la ley y no están sobre la ley”, indicó el ministro.
El lunes pasado los tres soldados, detenidos en enero por haber ingresado de forma ilegal y armados a territorio chileno, fueron liberados bajo medidas cautelares tras rechazar una salida alternativa al caso y optar por comparecer en un juicio oral.
La nueva audiencia se celebrará este viernes a las 10.00 hora local (13.00 GMT) en el Juzgado de Garantía de Pozo Almonte.
Según fuentes ligadas a la investigación citadas por medios locales, la Fiscalía y la defensa de los reclutas solicitarán al tribunal la suspensión condicional del procedimiento, una medida que supondría su expulsión inmediata del país y la prohibición de volver durante un año.
Se trata del mismo ofrecimiento que realizó el lunes pasado la Fiscalía a dos de los militares -Alex Choque y Augusto Cárdenas- y que ambos rechazaron.
A José Luis Fernández, que portaba un fusil durante la detención, se le propuso durante la primera audiencia un juicio abreviado con una pena que, inmediatamente después de ser dictada, se conmutaba también por la expulsión del país.
El diputado oficialista boliviano Carlos Aparicio, que lidera una delegación de parlamentarios llegada a Chile la semana pasada para visitar a los soldados, adelantó que los militares serán condecorados tan buen punto regresen a La Paz.
“Van a ser recibidos con mucha algarabía, con mucho cariño por parte de la población boliviana, y tanto las autoridades del Ejecutivo como del Legislativo les impondrán las condecoraciones que se han prometido”, dijo a Radio Cooperativa el diputado del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).
EFE