Según la declaración del imputado, Hernán Darío Velásquez, el “Paisa”, se habría reunido personalmente con los sicarios de Zuley para acordar la realización del atentado en pleno centro de Bogotá, a cambio de mil millones de pesos colombianos (500 mil dólares).
El “Chapu” reconoció su participación en el intento de homicidio y contó que el arreglo con las Farc incluía otro asesinato, que nunca se llegó a concretar.
El “Paisa” mantiene una larga amistad con Diego Fernando Tabares Marín, el ‘Ingeniero’, jefe de El parche de Zuley, que en la actualidad permanece oculto gracias a la protección guerrillera. El grupo mafioso operaba principalmente en el departamento sureño de Caquetá, área de influencia de La Teófilo.
Se supone que un adolescente contratado por los sicarios fue el último eslabón de la cadena: quien puso en el vehículo de Fernando Londoño el explosivo, hecho de TNT.
¿Cómo lo hizo? Disfrazado de escolar, con un delantal blanco, colocó el dispositivo sin que nadie lo notara justo cuando la caravana en la que se movía el ex ministro se detuvo ante un semáforo.
No parece descabellado pensar que las Farc fueron las autoras intelectuales del ataque, ya que su gestión al frente del Ministerio de Interior y Justicia tuvo a la organización terrorista como su principal blanco.
De hecho, desde un primer momento, ésa fue la teoría que sostuvo el propio Londoño.