El expelotero y mánager venezolano Pompeyo Davalillo fue despedido con honores este viernes en el terreno del parque de la Ciudad Universitaria, en Caracas, diamante donde brilló en sus tiempos como jugador y como entrenador.
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Familiares, personalidades del béisbol, amigos y alumnos se congregaron alrededor del home para brindarle un sentido tributo a un hombre que dio grandes aportes a la pelota venezolana y fue ejemplo de profesionalismo y dedicación al deporte.
Bajo un sol radiante, sus restos permanecieron por última vez sobre el campo de pelota, lugar donde se dedicó a lo que más adoraba: el béisbol, como pelotero y luego como instructor y mánager.
“Voy a hablar de Pompeyo Davalillo como familia: excelente hijo, hermano, esposo, padre, abuelo y bisabuelo, tío, único en nuestras vidas, ejemplo de juventudes, ejemplo de familias, de hombre, honrado y humilde. Pompeyo Davalillo, también es el número 1 (el 1 fue su número en el campo) en la vida de toda nuestra familia Davalillo”, expresó con la voz entrecortada Lourdes Davalillo, hija del homenajeado.
Sus restos fueron llevados a Ocumare del Tuy, estado Miranda, para darle cristiana sepultura.
El mayor de la dinastía Davalillo falleció este jueves a los 84 años de edad y será recordado como una de las figuras más importantes del béisbol venezolano.
Davalillo nació en el sector La Rosa Vieja, de Cabimas, el 30 de junio de 1928.
Un infección respiratoria e insuficiencia renal crónica presentó en octubre pasado, por lo cual recibió hemodiálisis. Desde allí su estado de salud comenzó a deteriorarse.
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