El presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió hoy un acuerdo al Congreso para detener los “inexcusables” recortes de 85.000 millones de dólares al gasto público que se pusieron en marcha el viernes, antes de que “dañen más” al país.
En su tradicional mensaje radiofónico de los sábados, Obama culpó a los líderes republicanos en el Congreso por la falta de acuerdo con la que se cerraron el viernes las negociaciones sobre el gasto público, que le forzaron a ordenar anoche una serie de recortes que se aplicarán progresivamente hasta el próximo 1 de octubre.
“Esto va a causar un efecto dominó en la economía”, aseguró el mandatario. “Cuanto más tiempo estén estos recortes en vigor, mayor será el daño”, advirtió.
“Sigo creyendo que podemos reemplazar estos recortes con un enfoque equilibrado”, afirmó.
“Hay un grupo (en el Congreso) con sentido común. Y voy a seguir contactándoles para arreglar esto definitivamente”, añadió.
Obama aseguró que los recortes “ya han empezado a infligir daño en comunidades de todo el país”, y reiteró su cálculo de que supondrán la pérdida de 750.000 empleos y la reducción de medio punto porcentual en el crecimiento del país.
“Como país, hemos salido de la peor crisis económica de nuestras vidas, y también superaremos esto. (…) Pero es innecesario. Y en un momento en que muchos de nuestros amigos y vecinos siguen buscando trabajo, es inexcusable”, continuó.
El mandatario reconoció que el daño de muchos recortes no será automático, pero sí se sentirá de forma “real” a partir de esta semana, cuando los negocios que trabajan con el Pentágono “tendrán que empezar a despedir a gente” y cientos de empleados federales “verán sus salarios recortados y sus horarios reducidos”.
Los recortes al gasto público -que totalizan un 2,4 % del presupuesto federal- son fruto de un pacto acordado por el Congreso en agosto de 2011 para elevar el techo de la deuda a cambio de un plan para la reducción del déficit a largo plazo, que finalmente no se logró.
Obama confía ahora en continuar las negociaciones con el Congreso para detener parte de los recortes, algo a lo que los principales líderes republicanos se muestran aparentemente reticentes.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, urge ahora a centrarse en la nueva crisis que enfrenta el país: el cierre parcial del Gobierno que, de no alcanzar un acuerdo, se producirá el próximo 27 de marzo, cuando se agotan buena parte de los fondos federales. EFE