Texto: alomujeres.com
Los fuertes latidos del corazón de su bebé retumban a través del teléfono, Valentina* está en medio de su última ecografía. Ella es una de las tantas mujeres que por azar del destino conoció a Javier*, ciudadano español, quien hoy es su pareja y padre de la niña que en pocos día nacerá. Él vino a vivir con ella ya hace más de año y medio. Ambos se conocieron a través de una página web colombiana de citas.
“Entré a esa página porque una amiga me lo recomendó, al principio me llegaban muchas invitaciones, la mayoría de hombres muy mayores y otros que querían sexo solamente”, cuenta Valentina. Hasta que al fin conoció al que hoy es su pareja, estuvieron charlando por chat durante seis meses. “Me atreví a que nos viéramos por cámara después de una semana de estar hablando, lo hice porque sentí que era honesto conmigo y las fotos parecían ser de él”.
John Suler, Ph.D. en psicología del Centro de Psicología, Ciencia y Tecnología de la Rider University (Nueva Jersey, EE.UU), y especializado en la interacción de los seres humanos a través de la web dice que el desafío principal al que se enfrentan quienes buscan o mantienen una relación a través del ciber espacio es mantener una identidad unificada, es decir que lo que se exhiba a través de la pantalla no difiera de lo que se es en la realidad física.