Ante un altar de velas, flores e incienso, la sacerdotisa maya se arrodilla y con los ojos cerrados pide a los ancestros el fin de la violencia contra las mujeres en Guatemala, un mal enraizado en este país centroamericano y que ella sufrió en carne propia.
Víctima de violencia intrafamiliar, Ana Choc, de 40 años, recuerda el tormento que vivió por muchos años cuando era golpeada por su exesposo hasta el día que se atrevió a denunciarlo ante las autoridades.
“Corazón del cielo, corazón de la tierra, no más femicidios”, dice en su plegaria Ana en idioma kaqchikel, una de las 22 lenguas mayas que se hablan en Guatemala, durante una ceremonia especial en el sitio arqueológico Kaminal Juyú en el oeste de la capital, en vísperas del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
“Hemos sufrido la violencia doméstica, la violencia intrafamiliar (…) por eso es que no con violencia vamos a combatir la violencia sino que vamos a combatirla de otra forma: pidiéndole a los abuelos que ellos nos guíen”, comenta a la AFP mientras regresa a depositar velas como ofrenda en el fuego.
Los ancestros mayas “tuvieron a la mujer en un lugar muy alto” y le daban la importancia que merece porque es quien “da la vida”, explica Ana, quien lamenta que esos principios se hayan “distorsionado” provocando la violencia.
“Sin el hombre no camina la mujer y sin la mujer tampoco el hombre camina”, agrega.
En otro sitio de altar, la sacerdotisa indígena Heidy Farelo, de 23 años, rocía en el fuego vino, semillas de ajonjolí y resina de árbol para continuar la ceremonia organizada por instituciones estatales guatemaltecas dentro de las actividades conmemorativas al Día de la Mujer promovido por la ONU.
Cleotilde Vázquez, subsecretaria presidencial de la Mujer, señaló a la AFP que la “única finalidad” de la ceremonia es pedir porque el cese de la violencia y los homicidios contra las mujeres.
Además, buscan el respeto a los derechos humanos de las niñas y mujeres guatemaltecas, agregó la funcionaria.
“Es importante que las mujeres tengan acceso a la educación para que puedan desarrollar sus capacidades como el acceso a los recursos económicos”, detalló Vázquez.
En Guatemala, donde las mujeres representan el 51% de los 15 millones de habitantes, murieron en 2012 708 féminas por hechos criminales, según el estatal Instituto Nacional de Ciencias Forenses; en los dos primeros meses de 2013, la misma entidad contabiliza 168 femicidios. AFP