Venezuela no terminaba de caer en cuanta de que Nicolás Maduro, vicepresidente de la República, anunciaba la muerte de Hugo Chávez Frías, primer mandatario del país, cuando en la urbanización Fundación de Cagua, Maracay, estado Aragua, se escucharon unos gritos seguidos de una serie de disparos, informa La Verdad.
Las detonaciones provenían del arma de Humberto Aníbal Vírgüez (51), un funcionario jubilado de la Policía científica, quien se encontraba en la casa de su amante, a la que asesinó para luego suicidarse. Los vecinos llamaron a la Policía. Los funcionarios del cuerpo detectivesco que llegaron a levantar la escena reconocieron el cadáver Vírgüez, así lo reseñó El aragüeño en su versión digital.
La noticia corrió rápidamente en la ciudad. Los familiares del occiso llamaron de inmediato a su esposa, pero nadie contestaba en la vivienda ubicada en la calle 17 con avenida 23 del sector Los Samanes II, municipio Girardot. Al llegar al sitio para informar la noticia se encontraron con otros tres cadáveres. Era la familia del comisario.
Línea de tiempo
El caso provocó que sobre la delegación de Aragua se cerniera un halo de hermetismo. Sin embargo, se conoció que la madrugada del martes el comisario salió de su habitación y se dirigió al cuarto de su hijo Gabriel Vírgüez (17), a quien le disparó en la cabeza.
Niesa (50), esposa del efectivo, escuchó la detonación. Salió corriendo hasta el dormitorio de Gabriel para ver qué había ocurrido, pero se encontró de frente a su esposo, quien levantó el arma y le disparó en la frente sin mediar palabra. Su muerte fue instantánea.
María Gabriela (14), la hija menor de la pareja, intentó esconderse en su habitación. Vírgüez tumbó la puerta, la tomó por el cuello y la estranguló. Los vecinos escucharon dos detonaciones, pero no se imaginaron que provenía de la casa del policía retirado. Él era querido y respetado en la comunidad.
Vírgüez esperó hasta 9.00 de la mañana. Luego salió a bordo de su Ford Runner y partió sin rumbo. A las 4.00 de la tarde llegó a la casa de su amante, en la Fundación de Cagua. Guardó la camioneta en el garaje y se metió al cuarto donde lo esperaba su amante, a la que asesinó sin contemplación para luego suicidarse.
Fuentes ligadas a la familia del homicida-suicida indicaron que tras ser jubilado se enteró de que era diabético y luego comenzó a tener problemas psiquiátricos. Dentro de su casa hallaron varios antidepresivos.