El Gobierno de Venezuela mantiene un férreo control de la cobertura de los distintos actos fúnebres del presidente, Hugo Chávez, a los que sólo se ha permitido el acceso a los medios del Estado, un gesto que la noche de hoy también extendió al acto de juramentación de Nicolás Maduro en el Parlamento. EFE
Al igual que pasó el miércoles y el jueves en la capilla ardiente de la Academia Militar de Caracas, hoy ningún medio de comunicación que no perteneciera al Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (Sibci) pudo tomar imágenes o fotografías en el funeral de Estado que se celebró dentro de ese fuerte militar.
No valieron ruegos ni acreditaciones, los dispositivos militares y policiales impidieron el acceso de los periodistas al interior de la Academia.
Durante la misa que se desarrolló a puerta cerrada este viernes en presencia de más de treinta jefes de Gobierno y Estado de todo el mundo, no se permitió ni un reducido “pool” para las agencias internacionales.
Desde el miércoles, sólo se habilitó para los medios una tarima metálica en las afueras de la Academia, a aproximadamente medio kilómetro de la puerta del recinto.
Los medios privados sí tuvieron acceso al aeropuerto Maiquetía para poder reflejar el momento en que llegaron los presidentes.
Sin embargo, el material gráfico de los actos oficiales ha sido distribuido por la presidencia de la República y los únicos ojos para seguir el desarrollo de los eventos desde el pasado día 6 son los de la estatal Venezolana de Televisión (VTV) o los de los fotógrafos de prensa presidencial.
Caracas, en el ojo informativo desde que el martes en la tarde el Gobierno anunció la muerte de su carismático y controvertido exmandatario, Hugo Chávez, acoge estos días a decenas de periodistas y enviados especiales de todo el mundo.
Tras haber mandado una convocatoria oficial, hoy tampoco se dio acceso a ningún medio de comunicación no oficial al acto que tuvo lugar en el Parlamento, donde Nicolás Maduro se juramentó como presidente encargado del país.