Después de cinco siglos sin actividad docente, la universidad de San Clemente, en la idílica ciudad turística de Ohrid, en Macedonia, volverá a ser en dos años lo que era, un centro de estudios teológico, una vez finalizada la reconstrucción de esta perla arquitectónica del siglo IX.
Ivan Blazevski/EFE
La universidad de San Clemente es considerada por los arqueólogos macedonios como la más antigua de Europa, superando en más de un siglo y medio a la italiana de Bolonia, fundada en 1088 y la más vieja en uso de Europa.
La universidad ha tomado el nombre de San Clemente, Sveti Kliment en macedonio, obispo eslavo ortodoxo (814-916), escritor e historiador y padre del alfabeto cirílico.
A esta universidad acudían cada año unos 3.500 discípulos a estudiar teología, matemáticas, literatura, química, biología o física.
Construidos sobre una colina, los edificios de este centro educativo dominaban el resto de las grandes edificaciones de la ciudad de Ohrid, situada en las orillas del lago con el mismo nombre, que Macedonia comparte con Albania.
Durante la invasión otomana musulmana en el siglo XV la universidad quedó destruida.
“Ahora estamos poniendo argamasa en los cimientos. Trabajaremos sin cesar durante 26 meses hasta terminar todo en 2015”, explica a Efe, Tanja Paskali, directora de los museos de Ohrid.
Otras máquinas pesadas excavan el terreno sobre el que se construirán los nuevos edificios, cuyo coste se calcula en 10 millones de euros, según fuentes del Gobierno macedonio.
En medio del nuevo complejo, con vistas al lago y las montañas de la vecina Albania se erige la iglesia ortodoxa de San Pantaleón, del período bizantino, donde yacen los restos mortales de San Clemente.
Parte del complejo albergará un monasterio, la sede regional de la iglesia ortodoxa macedonia, la facultad de ciencias religiosas, un museo, la biblioteca o un centro de conservación de iconos.
Tras el fin del invierno, Ohrid se transforma en el principal centro turístico de este pequeño país balcánico de dos millones de habitantes.
Las ruinas arqueológicas de la universidad de San Clemente ubicadas en la colina Plaosnik son una atracción para los turistas, que además visitan el casco antiguo y en verano se bañan en las aguas cristalinas del lago.
“Está bien que hayan decidido reconstruir la universidad. Creo que dará más respiro a la ciudad, pero deben cuidar el medioambiente, ya que se levantarán muchos edificios”, dice Sane, una turista holandesa mientras mira el plano del proyecto.
La ciudad de Ohrid -con unos 50.000 habitantes- y el lago están clasificados como patrimonio de la humanidad por la Unesco y cualquier nueva construcción debe respetar los rigurosos criterios establecidos por la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La directora de los museos de Ohrid asegura que el proyecto de la reconstrucción de la universidad no dañará el medioambiente, como el polémico complejo lujoso turístico que un empresario indio tiene previsto edificar a orillas del lago, el más profundo de los Balcanes (288 metros), y también uno de los más antiguos del mundo, junto con el Titicaca y el lago Baikal.
Su conservación ha sido objeto de debate entre los partidos políticos que competirán en las próximas elecciones administrativas del 24 de marzo. EFE