La campaña electoral más corta en la historia de Venezuela

La campaña electoral más corta en la historia de Venezuela

(Foto Reuters)

Venezuela inició el domingo los preparativos para la campaña presidencial más corta de su historia, en una carrera contrarreloj que el 14 de abril enfrentará a Nicolás Maduro, mandatario interino y delfín del fallecido Hugo Chávez, con el joven gobernador opositor Henrique Capriles

Los partidos tendrán pocos días para armar sus propuestas y ajustar la parafernalia electoral, luego de que Maduro pidiera organizar unos comicios relámpago, que dejan escaso margen de maniobra a la golpeada oposición para reorganizar sus filas tras una serie de duras derrotas.

Chávez, que dominó de cabo a rabo la arena política venezolana en los últimos 14 años, había vencido holgadamente a Capriles en las elecciones de octubre del 2012 para extender su mandato por otros seis años, algo que finalmente el cáncer que lo afectaba le impidió.

Como vicepresidente, Maduro se encargó de conducir el Gobierno durante los días finales de Chávez hasta que el viernes fue nombrado mandatario interino, lo que motivó un duro cruce con Capriles, quien calificó la decisión como un fraude que otorga ventajas electorales al oficialismo.

Sin embargo, el gobernador opositor aceptó el domingo la propuesta de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que en la víspera anunció que le había ofrecido la candidatura.

“Hay mucha negatividad por allí, sabemos que va a ser duro, pero lo vamos a hacer (…) Henrique ya tomó su decisión. No se va a rendir”, dijo una fuente cercana a Capriles.

El gobernador de Miranda es la carta más fuerte de la coalición, que agrupa a una treintena de partidos. Pese a su derrota por 11 puntos en las presidenciales de octubre, protagonizó el mejor desempeño opositor de toda la era Chávez.

Y dos meses después, cuando el oficialismo barrió con las gobernaciones, retuvo la de Miranda, en una de las escasísimas victorias del bloque opositor.

La muerte de Chávez el martes obliga a realizar una nueva contienda, esta vez sin el hombre que fundó la revolución socialista y acumuló un poder enorme en base a su popularidad entre las clases más desprotegidas, a las que benefició con programas sociales.

“Voy a ser presidente de la República y Comandante en jefe, porque así él (Chávez) me ordenó que lo fuera. Y voy a cumplir”, dijo Maduro. “Con el dolor, saldremos a hacer campaña, a visitar los pueblos”, señaló Maduro el domingo durante una convención del partido comunista.

Directivos del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) acompañados de la escolta presidencial llegaron la tarde del domingo a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) para un contacto inicial con las autoridades antes de la inscripción de la candidatura, prevista para el lunes.

Paños fríos

Desde que el mandatario interino y candidato oficialista dijo públicamente que contaba con información de que la oposición podría no presentar un postulante y rehusar la contienda electoral, la dirección de la coalición que liderará Capriles intentó desactivar esas sospechas.

“Se equivocan quienes creen que estos son desafíos que no vamos a asumir y a vencer (…) Libraremos una campaña por la democracia, en defensa de los derechos y en contra de los abusos”, dijo el sábado el secretario de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo.

Según encuestas realizadas antes de la muerte de Chávez, Maduro partiría con una apreciable ventaja de más de 10 puntos sobre Capriles.

Andrés Izarra, varias veces ministro de Comunicación de Chávez y un defensor a ultranza de las políticas oficiales, aseguró en Twitter que la oposición se encuentra en una encrucijada para estas elecciones.

“Si van, pierden; si no van, pierden mas!”, señaló.

El enérgico gobernador de 40 años, que logró recortar buena parte de la ventaja con que partió Chávez el año pasado, contaría esta vez con muy pocas herramientas para contrarrestar el efecto emocional de la muerte del mandatario.

“Lo único nuevo (respecto a la elección anterior) es que Maduro no es Chávez. Chávez era un líder original, potente, completamente emocional, carismático”, dijo a Reuters el analista Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, que espera una campaña teñida por las pasiones que desató la muerte de Chávez.

“La popularidad del Gobierno había comenzado a afectarse por la devaluación, el desabastecimiento y la inflación. Las emociones cubren el tema por ahora”, agregó.

Venezuela devaluó un 32 por ciento su moneda en febrero y eliminó un sistema secundario de asignación de divisas que le había otorgado cierto alivio a los importadores en medio de un férreo control de cambio.

La medida, sumada al encarecimiento del dólar en el mercado no oficial por una escasa oferta y a las puertas otros anuncios económicos que serían postergados hasta después de los comicios, ha vuelto a desatar la galopante inflación venezolana, que hasta febrero acumuló una variación anualizada del 22,8 por ciento.

Sin embargo, el domingo cientos de miles de personas continuaban formando filas para despedirse de Chávez en la capilla ardiente montada en la Academia Militar. Sus restos serán embalsamados, dijeron las autoridades.

El calendario aprobado por el directorio del CNE acorta sensiblemente los tiempos habituales para la inscripción de las candidaturas y organización del material electoral, dejando solo diez días para la campaña.

Las postulaciones sólo serán recibidas hasta el lunes y no se reabrirá el registro electoral para nuevas inscripciones.

Reuters/ Marianna Párraga

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