Tropas de Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron este lunes sus maniobras militares anuales, muy criticadas por Corea del Norte, que amenaza a Seúl y Washington con un ataque nuclear y suspendió la línea de comunicación de emergencia.
Corea del Sur y Estados Unidos -país que tiene 28.500 soldados en el sur de la península- arrancaron las maniobras militares bautizadas “Key Resolve”, que son en su mayoría virtuales pero movilizan a miles de soldados (10.000 surcoreanos y 3.500 estadounidenses).
“Para obtener la ayuda que tanto necesita y el respeto que pretende, Corea del Norte deberá cambiar de trayectoria”, dijo el consejero de seguridad nacional del presidente Barack Obama Tom Donilon.
Jay Carney, el portavoz de la Casa Blanca, admitió que Estados Unidos estaba “preocupado por la retórica belicosa de Corea del Norte”, pero advirtió que este país “no conseguirá nada por medio de las amenazas y de la provocación”.
Como todos los años, Pyongyang ha condenado estos ejercicios, que asimila a una invasión del Norte por el Sur con ayuda de Washington.
Estas maniobras llegan después de una semana de fuerte tensión en la península: Pyongyang amenazó la semana pasada con denunciar este mismo lunes el acuerdo de armisticio que ponía fin a la guerra de Corea de 1953, hizo planear la sombra de una “guerra termonuclear” y advirtió a Estados Unidos de que se expone a un “ataque nuclear preventivo”.
Este contexto explosivo tiene su raíz en el exitoso lanzamiento norcoreano, en diciembre, de un cohete considerado por Seúl y sus aliados como un misil balístico, seguido de un tercer ensayo nuclear en febrero y de nuevas sanciones votadas el viernes por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Tras el voto de la ONU, el régimen norcoreano comunicó que consideraba de hoy en adelante nulos “todos los acuerdos de no agresión entre el Norte y el Sur”.
Pero un portavoz de la ONU sostuvo este lunes en Nueva York que el armisticio de 1953 “sigue siendo válido y continúa en vigencia” y que “sus términos no permiten a ninguna de las partes liberarse (de su cumplimiento) de manera unilateral”.
Rodong Sinmun, el diario del Partido Comunista norcoreano, confirmó este lunes “el final completo” del acuerdo de armisticio que puso fin a la guerra de Corea en 1953.
Los expertos recuerdan que Pyongyang ha declarado nulo el armisticio unas diez veces en los últimos veinte años.
En 2009, el Norte había advertido que no respondería por la seguridad de los barcos estadounidenses o surcoreanos que navegan cerca de la frontera marítima que separa a los dos hermanos enemigos.
En 2010, una embarcación del Sur fue atacada y una isla surcoreana cerca de la frontera fue bombardeada, causando la muerte de 40 personas.
El Ministerio surcoreano de la Unificación -encargado de las relaciones entre los dos vecinos- anunció el lunes que el Norte parecía haber llevado a la práctica otra de sus amenazas, la suspensión del teléfono rojo entre Pyongyang y Seúl para casos de emergencia.
Esta línea, instalada en 1971, fue suspendida en cinco ocasiones por el Norte, la última vez en 2010. Ambas partes la utilizan habitualmente dos veces por día, pero “el Norte no contestó esta mañana”, indicó un portavoz del ministerio.
Amenazas y demostraciones de fuerza son comunes por ambos lados de la línea de demarcación coreana desde que terminó la guerra fratricida hace 60 años, pero algunos observadores creen que la situación es tan tensa que el menor incidente podría tener graves consecuencias .
Según el ministerio surcoreano de Defensa, el Norte prepara maniobras para esta semana. Los cuarteles ubicados en las islas norcoreanas cerca de la frontera marítima pusieron sus cañones en posición de ataque, indicaron funcionarios del ministerio.
El ejército “está dispuesto a llevar a cabo una guerra total”, lanzó el viernes el dirigente norcoreano Kim Jong-un, mientras que su aliado chino pidió “calma y moderación”, instando a ambas partes a “abstenerse de cualquier acción que pueda agravar las tensiones”.
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, que entró en funciones hace dos semanas, dijo que la situación era “muy grave” y prometió responder “con firmeza” a cualquier provocación del Norte.
La flamante presidenta reunió a su gabinete ministerial este lunes, por primera vez desde que comenzó oficialmente su mandato, pero varios puestos, entre ellos la cartera de Defensa, siguen vacantes.
Por otra parte, Seúl abrió una investigación después de que los medios afirmaran que varios militares de alto rango pasaron el fin de semana jugando golf, en momentos en que la tensión está en su punto máximo.