La ballena gris ha encontrado un lugar seguro para reproducirse en las costas de México, donde se aplican programas para que deje de estar en peligro de extinción.
Claudia Munaiz/EFE
Gracias a ello, el número de ballenas grises aumenta cada año en las costas de Baja California Sur y en esta época los cetáceos se acercan hasta las templadas y poco profundas aguas mexicanas para aparearse y dar a luz a los ballenatos.
La directora de la Reserva de la Biosfera del Vizcaíno administrada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Irma González, dijo a Efe que en las lagunas de esta comarca han llegado a contarse 1.321 ballenas (729 adultas y 592 ballenatos).
Estas cifras están lejos de los 62 ejemplares adultos que había en 2009 y de los veinte que fueron avistados un año después.
Contemplar en todo su esplendor a estas ballenas, que pueden medir entre nueve y quince metros de largo y pesar hasta 35 toneladas, se convierte en estas fechas en una actividad frecuente para los turistas que llegan a las costas de Baja California.
Con la llegada del invierno, la imponente ballena gris comienza un peregrinaje desde los lejanos mares asiáticos de Bering y Chukchi.
“Las ballenas que se aparean aquí llegan al cabo de un año para tener a sus crías. Se quedan tres meses, todo el invierno y enseñan a los ballenatos a sobrevivir para la travesía que les espera hacia el mar de Bering”, añadió González.
Las ballenas se dirigen rumbo al sur, a la península de Baja California, y encuentran refugio en las aguas templadas de la Laguna Ojo de Liebre y en Guerrero Negro (ambas declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco).
En su viaje recorren más de 10.000 kilómetros, a una velocidad de 145 kilómetros diarios, el camino migratorio más largo que realiza un mamífero.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Conanp, hay que trabajar para preservar la especie.
El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, realizó recientemente una visita a la Reserva para constatar los trabajos de conservación de la Conanp con el apoyo de los diferentes sectores sociales involucrados.
“Toda esta riqueza hace de México uno de los pocos países megadiversos en el mundo, pero también nos exige mayor responsabilidad”, afirmó a Efe el ministro mexicano, después de acariciar, emocionado, a una ballena junto a su cría.
Estas aguas son importantes lugares de cría de estos cetáceos ya que se calcula que hay 25.000 ejemplares en todo el mundo, y se cree que todas las ballenas grises del Pacífico Norte occidental se reproducen y nacen en México.
De las 175 áreas naturales protegidas con que cuenta México, la Reserva de El Vizcaíno es una de las más grandes, con una extensión de al menos 2.500.000 hectáreas.
Además de la ballena gris, a este lugar llegan alrededor de 50 especies de aves migratorias y se trabaja en la reproducción del berrendo (antílope americano) a través de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre.
“Uno de los compromisos de México como miembro del Convenio sobre Diversidad Biológica es que en el año 2020 el 17 por ciento del territorio nacional esté bajo algún estado de conservación”, afirmó el comisionado nacional de Áreas Naturales, Luis Fueyo Mac Donald. EFE