¡Habemus Papam!: El cardenal Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el Papa número 266 de la Iglesia Católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano bajo el nombre de Francisco (en latín Franciscus), reseñó cafefuerte.com.
Francisco, de 76 años, toma el mando de la Iglesia Católica tras la renuncia al cargo de Benedicto XVI en momentos de grandes conmociones y retos para la milenaria institución.
Hombre culto y considerado un moderado dentro de la doctrina católica, Bergoglio es un lector apasionado de Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal y Fiodor Dostoievski, amante del tango y fanático del San Lorenzo de Almagro, uno de los clubes de mayor tradición en el fútbol argentino.
Como asistente de Juan Pablo II participó en el histórico viaje papal a La Habana, en enero de 1998, experiencia de la que salió su libro “Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro“, y es vendido en amazon.com.
Luego de la muerte del Papa Juan Pablo II, el 2 de abril de 2005, fue considerado uno de los candidatos a tomar el lugar del Sumo Pontífice, pero el cargo recayó finalmente en Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.
Bergoglio, de formación jesuita, fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos períodos y está en Roma desde el 2001.
Nació en la ciudad de Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, hijo de un matrimonio de italianos formado por Mario Bergoglio, un empleado ferroviario, y Regina, una ama de casa.
Egresó de la escuela secundaria industrial “Hipólito Yrigoyen” con título de técnico químico. A los 21 años decidió convertirse en sacerdote e ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita.
Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969. A partir de entonces hizo una larga carrera dentro de la orden de la cual llegó a ser “Provincial” desde 1973 hasta 1979, ya durante la dictadura militar argentina.
Justamente, ha sido criticado por su pasividad ante los crímenes del régimen militar (1976-1983), cuando las víctimas y sus familiares denunciaban secuestros, torturas y asesinatos ante los sacerdotes que Bergoglio supervisaba como jefe de la orden jesuita en Argentina.
Luego de una gran actividad como sacerdote y profesor de Teología, fue consagrado obispo titular de Auca el 20 de mayo de 1992 para ejercer como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires.
Primado de Argentina
Cuando la salud de su predecesor en la Arquidiócesis de Buenos Aires, el arzobispo Antonio Quarracino, se debilitó, Bergoglio fue designado obispo coadjutor el 3 de junio de 1997. Tomó el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998.
Durante el consistorio del 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo ordenó cardenal del título de San Roberto Belarmino. Además se constituyó en el primado de la Argentina, convirtiéndose así en el superior jerárquico de la Iglesia Católica del país suramericano.
Forma parte de la CAL (Comisión para América Latina), la Congregación para el Clero, el Pontificio Consejo para la Familia, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Ordinario de la Secretaría General para el Sínodo de los Obispos, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Al morir Juan Pablo II, eran 117 los cardenales menores de 80 años en condiciones de votar para elegir un nuevo pontífice, entre los cuales se encontraba el cardenal Bergoglio. Trascendió extraoficialmente que en ese momento habría obtenido 40 votos de los 77 que eran necesarios para ser elegido, ocupando el segundo lugar detrás del que fue seleccionado y convertido en Benedicto XVI.
Su elección como Papa se produjo tras cinco votaciones en el cónclave en la Capilla Sixtina.
Entre sus obras publicadas figuran Meditaciones para religiosos (1982), Reflexiones sobre la vida apostólica (1986), Reflexiones de esperanza (1992), Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro (1998), Educar: exigencia y pasión (2003), Ponerse la patria al hombro (2004), La nación por construir (2005), Corrupción y pecado (2006), Sobre la acusación de sí mismo (2006), El verdadero poder es el servicio (2007) y Mente abierta, corazón creyente (2012)