Lapatilla
Arrancó la carrera presidencial para el evento electoral convocado para el 14 de abril. Una elección muy corta y marcada por elementos muy particulares. Del lado del gobierno, el afán del candidato Maduro de vincular todo lo que haga a la imagen del fallecido presidente Chávez. Como si no tuviera vuelo propio, como si le faltaran fuerzas para asumir por sí solo el reto de ser Presidente de la República. Se nota a toda luz la necesidad de arroparse bajo el liderazgo del militar barinés. Tanto así, que han creado un portal web denominado madurodice.com, que ofrece un conteo de las veces que el “heredero” del chavismo menciona públicamente a quien ha calificado como su “padre”, desde su desaparición física. Ofrece además el momento de la última actualización, con fecha, hora y lugar en que fue mencionado. Al momento de escribir este artículo, el candidato del continuismo ha nombrado al expresidente 2.498 veces según ese conteo. Además, hay que recordarle al pueblo, sobre todo a ese pueblo que tanto apoyó al chavismo, que Nicolás Maduro tiene años ejerciendo el poder. Como diputado y presidente del parlamento, como canciller, ha sido miembro principal de ese circulo ineficaz que tanto el pueblo como el propio Chávez denunció de incapaces. El es uno de los que el propio presidente le jaló las orejas más de una vez públicamente. Es obvio que Maduro no es Chávez, y que no está en condiciones de conducir este país y darle soluciones a los problemas que vivimos todos los días.
Los problemas del país no aceptan treguas. La grave crisis eléctrica y la inseguridad galopante no pueden seguir esperando. Necesitamos un gobierno de Unidad Nacional que aparte las diferencias políticas y las divisiones, para ponerse al frente de la agenda social del país. Esa opción la encarna Henrique Capriles Radonski, un proyecto inclusivo y auténtico. Un liderazgo de calle que ha sabido servirle a la gente, que se ha ganado el afecto y el respeto por cuenta propia, sin padrino ni con un sistema de medios públicos a su servicio. Sin muchos recursos económicos pero con una profunda disposición de generar un cambio que suponga más y mejor calidad de vida para los venezolanos. El candidato de la alternativa democrática ya encontró obstáculos al su recorrido por el país. Le cierran los aeropuertos, le intentan boicotear las visitas a los estados. Es una muestra de miedo más que de valentía, no les gusta competir en igualdad de condiciones. Como siempre, Capriles sorteará esos obstáculos, para llevar a todos los venezolanos su mensaje, y confrontar como es su deber, la mentira frente a la verdad, decirle al país quienes son los buenos y quienes los malos, para que el 14 de abril este país pueda tomar el camino del bien, y dejar atrás el odio y las divisiones entre hermanos.
Carlos Behrends Valero
Twitter: @CarlosBehrendsV
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