Anger Pastor de La Rosa Timaure, de dieciocho años de edad, y Joel Ramón López García con tan sólo dieciséis, se acostaron la noche del domingo un poco tarde y jamás sospecharon que serían acechados por la muerte.
En plena madrugada, dos disparos se escucharon en la oscuridad de la noche y seguido una discusión corta, varios vidrios partidos y seguidamente otros disparos.
Antes que los habitantes de la comunidad Esperanza I del kilómetro 5 vía a Pavia, se dieran por enterados, una vecina había advertido un movimiento fuera de lo común en las cercanías, dado “los perros estaban ladrando mucho y fue cuando me paré de la cama y me asomé por la ventana”.
“Todo fue muy confuso”
“Vi a dos jóvenes subir caminando (por el camino de tierra que da acceso al caserío) uno de ellos con una franela oscura y un objeto en la mano envuelto en una bolsa como negra; el acompañante tenía una chaqueta, y unos diez minutos más después, escuché con pavor dos disparos y unos golpes a una puerta”, relató la vecina que solicitó discreción por temor.
Acotó que se escondió debajo de la cama y sólo escuchó pasos precipitados “varias personas”, “pero el ladrido de los perros y el pánico, me impidió saber que ocurría. Todo era muy confuso”.
Contó que la gente no quería salir de sus casas y que entre murmullos narraban que se escuchó una moto y un carro acelerar a lo lejos.
Dijo que fue más tarde, cuando ya había amanecido, cuando se enteraron con precisión del infausto suceso.
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