La popular herramienta virtual para recordarlo todo Evernote cumple cinco años y entra en una fase de madurez empeñada en ser fiel a su filosofía de “start-up” a pesar de haber crecido hasta contar con millones de usuarios, centenares de empleados y entrar en la lista negra de los peligrosos “hackers”.
Fernando Mexía/EFE
Su consejero delegado, Phil Libin, analizó para Efe en Los Ángeles los desafíos de esta empresa californiana que aspira a durar al menos un siglo, según sus propias palabras, y convertirse en una “memoria perfecta” que permita “tomar mejores decisiones” a quienes la utilizan.
“El cerebro con el que naces no es suficiente”, aseguró Libin, responsable de dirigir la compañía desde que debutara en junio de 2008 como un servicio de bloc de notas en la nube donde almacenar datos relevantes ya fueran como texto, audio o fotografía y que ahora busca ser más interactiva.
“Queremos que Evernote te entienda y presente la información cuando se necesite. Trabajamos en esa dirección, evolucionar del concepto de recordatorio a favorecer que se piense mejor”, explicó Libin.
Evernote está invirtiendo el 90 por ciento de sus recursos para mejorar las prestaciones del producto que ya existe -algo que el ejecutivo considera mucho más complicado que inventar algo nuevo- con el propósito de hacerlo más fácil de usar y visual.
“Es la lección más importante que aprendimos en cinco años. Antes pensábamos que teníamos que añadir funciones y opciones para tener una herramienta más poderosa, pero resultó que no era así. Es más complicado que sea hermoso, elegante y simple”, una premisa que es la principal regla de diseño en Evernote hoy en día, según Libin.
A pesar de unos comienzos renqueantes, en los que la empresa estuvo a punto de quebrar varias veces, Evernote despegó finalmente hasta tener cerca de 300 trabajadores y superar los 50 millones de usuarios de los que solo un tercio residen en EE.UU.
“Básicamente el número de empleados, usuarios e ingresos se multiplica por dos o por tres cada año. Creo que aún seguiremos a este ritmo algunos años más”, apuntó Libin.
Además de EE.UU., Japón y China son los dos grandes mercados para Evernote que añade cerca de 100.000 nuevos usuarios diarios, y está ganando mucha presencia en Corea del Sur, así como en Europa donde hay actualmente 1,5 millones de cuentas activas en España.
“Nos ha sorprendido esto. Tuvimos mucha fortuna desde el inicio en España donde estamos más presentes que en otros países europeos de mayor tamaño”, indicó Libin que señaló que el secreto estaba en el boca a boca.
El uso de Evernote se ha disparado recientemente en Sudamérica y el sudeste asiático, constató Libin, gracias a que cada vez más población accede a teléfonos inteligentes y se descarga la aplicación.
“Cada persona lo usa para diferentes cosas. La información más popular en Evernote son los contenidos archivados directamente desde páginas web (webclips), un 25 % del total, otro 20 % son notas de texto escritas por el usuario”, explicó.
Evernote es un sistema gratuito que ofrece una versión de pago para empresas y particulares que quieran un servicio con más capacidad y cuenta con varias funciones paralelas como extensiones para lectura fácil en navegadores, guardar páginas web enteras o por partes, así como aplicaciones para teléfonos, como un escáner de tarjetas de negocio.
Aún en plena expansión, Evernote ha adquirido ya un tamaño atractivo para los piratas informáticos y el 2 de marzo admitió haber sufrido un asalto, motivo por el cual obligó a cambiar las contraseñas a todos sus usuarios.
“Fue una decisión muy difícil porque sabíamos que iba a incomodar a muchos. Ha tenido y aún tiene un alto coste económico”, confirmó Libin.
Evernote ha tenido que destinar personal para gestionar esa crisis de seguridad en la que, no obstante, cree que no se produjo robo de información.
“Es la primera vez en unos años que nos han puesto a prueba y pienso que respondimos muy bien. Nos enseñó una lección de humildad”, reconoció Libin.
A raíz de este ataque, Evernote ha dado prioridad al lanzamiento de dos nuevas funciones para blindar su plataforma que tenía pensado sacar a finales de año y que estarán listas en dos meses.
“Nos acabamos de iniciar en esta fraternidad (de empresas pirateadas)”, constató Libin, consciente de que esa amenaza llega a consecuencia de la mayor dimensión de la compañía, aunque no es eso lo que más le inquieta.
“Yo paso mucho tiempo pensando cómo construir la cultura de la empresa para la próxima década. Que cuando tenga miles de empleados siga siendo como una ‘start-up’. No sé aún la respuesta, pero eso es probablemente lo que más me preocupa de todo”, reconoció. EFE