El estudio realizado por Tsuyoshi Shimmura y Takashi Yoshimura, de la Universidad de Nagoya, publicado el lunes en la revista estadounidense Current Biology, asegura que el canto que el gallo lanza al alba “está controlado por el ritmo circadiano”, es decir, el reloj biológico.
Los investigadores pusieron a varios gallos bajo una luz artificial permanente, pero siempre cantaban poco antes del alba, lo que significa que actúan influenciados por su reloj biológico.
El estudio también concluye que otros factores como la aparición de la luz cuando sale el sol o el canto de otras aves influyen, aunque en menor medida. AFP