Con la llegada de la temporada vacacional, Margarita recibe a miles de visitantes que disfrutan de sus atractivos turísticos, paisajes paradisíacos y la ventaja que brinda ser Puerto Libre. Pero, y aunque muchos piensen que esta situación significa lleno total en tiendas y almacenes de las diferentes áreas del territorio insular, la realidad es que los números arrojan un panorama crítico. elsoldemargarita.com.ve
A días del inicio de Semana Santa, las expectativas no son optimistas tomando en cuenta el mal comienzo de 2013. Ni la época vacacional de enero ni los carnavales produjeron el aumento significativo de compradores agudizando esta compleja problemática que afecta, en mayor medida, a pequeños y medianos comerciantes.
Fátima Salame, propietaria de Hiba 2001, asegura que de poco sirve tener variedad de surtido y buenos precios porque simplemente las ventas no despegan. “Los precios de la mercancía que tenemos a la venta no han variado con relación a 2012, pero esto parece no interesarles a las pocas personas que a diario ingresan a la tienda”, afirma Salame.
La comparación con años anteriores es compleja y preocupante. A una semana del asueto venidero, el escenario en las calles de Juan Griego muestra un bajo nivel de visitantes, que son los principales clientes por esta época.
“Lo que pasa es que hay varias tiendas que han subido los precios exageradamente; es increíble que algo que hace meses costaba cinco bolívares, ahora cueste Bs 20. Por uno estamos pagando todos”, asegura Marien Campos, propietaria de Vanidades C.A., quien comenta que se encuentra preparada al 100% para la semana mayor, pero las ventas han estado tan bajas que tiene la seguridad de que esta condición no variará.
Rouji Hassan, propietario de Safita, dice que las recientes medidas económicas en el país no afectan sus ventas, debido a que los productos que ofrecen son nacionales y se compran con moneda local. Sin embargo, asegura que las personas se abstienen de invertir grandes sumas de dinero en artículos que no son de primera necesidad, de allí el impacto en las ventas y el cambio drástico en comparación a épocas anteriores donde prácticamente todo el año era temporada.
Solo al finalizar la Semana Santa se sabrá si las ventas y el impacto en Juan Griego, reconocido por las ventajas que ofrece a compradores y visitantes, han dado los resultados esperados. De tal manera, los comerciantes de esa zona tendrán la posibilidad de seguir ofreciendo calidad, buenos precios y excelente servicio o, de lo contrario, pensar en un giro drástico que podría poner en riesgo la economía de familias que dependen de estos negocios para subsistir.