Todos hemos escuchado el dicho: el que es infiel una vez, lo será siempre. Si tu pareja te fue infiel, probablemente estás recibiendo toda clase de consejos de amigos y familiares con buenas intenciones.
Gran parte de esos consejos seguramente sugieren poner fin a tu relación. Sin embargo, es posible —y tal vez hasta beneficioso—conservar un matrimonio o una relación cuando uno de los miembros cometió una infidelidad. Esa es la idea en dos libros escritos por notables expertos en el tema: una nueva edición revisada del exitoso libro de Janis Abrahms Springs, After the Affair (Después de la aventura) y The New Monogamy: Redefining Your Relationship After Infidelity (La nueva monogamia: cómo redefinir tu relación después de una infidelidad), de Tammy Nelson.
Pero, ¿en verdad deberías perdonar después de una infidelidad?
“La mayoría de nosotros no estamos preparados en lo absoluto para lo que te depara una relación y desconocemos lo que se necesita para mantener el rumbo (…) Una aventura nos hace entrar abruptamente a la realidad. Afortunadamente, también nos invita a volver a intentarlo”, escribe Spring.
Nelson agrega: “Muchas parejas saben instintivamente que la infidelidad es mucho más complicada de lo que a veces reconoce nuestra cultura”.
Con frecuencia, las parejas pueden encontrar una forma de crear un lazo más profundo e íntimo, y lo hacen, aunque puede tomar tiempo y esfuerzo.
“Después de una infidelidad, la mayoría de los compañeros traicionados se sienten sorprendidos”, dijo el terapeuta conyugal y familiar, James Walkup. “Sin embargo, aunque la persona herida podría haber asumido que no permanecería casada con un cónyuge infiel, podría darse cuenta de que aún ama a su pareja y quieren arreglar la relación”.
Actualmente, no todas las relaciones comprometidas se sujetan a la definición tradicional de monogamia. Por ejemplo, ambos pueden decidir juntos qué comportamientos se consideran como una infidelidad, ya sea coquetear con un amigo en particular, visitar un club de desnudistas o hasta tener sexo fuera de la relación.
“Cada vez he visto más parejas heterosexuales u homosexuales que prosperan bajo el infame acuerdo de una especie de monogamia”, dijo la psicoterapeuta Jean Malpas. “Se dan cuenta de que en una relación a largo plazo es necesario incluir la realidad de la atracción hacia otras personas. Definen cuidadosamente la confianza y crean reglas de comportamiento aceptable con base en lo cómodos que se sientan con el riesgo y la inestabilidad”.
Esta especie de monogamia parece ser más común entre las personas gay, lesbianas, bisexuales y transgénero, señala la terapeuta sexual, Margie Nichols.
“Comúnmente, el tema está a consideración o discusión cuando se forma una pareja LGBTQ; cuando ocurre una transgresión puramente sexual (a diferencia de una sentimental), es menos probable que la relación termine”, dice.
Sin embargo, eso no significa que estas parejas estén a salvo de una infidelidad.
“Sólo porque una pareja siga esta especie de monogamia no significa que serán más condescendientes con la pareja que rompa las reglas o que viole su confianza”, dijo el psicólogo social, Justin Lehmiller. “La decisión de arreglar las cosas tiene menos qué ver con el género de los integrantes de la pareja y más con la calidad de la relación”.
Nelson agrega: “Idealmente, tu relación seguirá creciendo y cambiando conforme cada uno crece y cambia; eso podría cambiar la importancia (de la monogamia) a lo largo de los años”.
No puedes recuperarte de una infidelidad de la noche a la mañana. Tómate tu tiempo para reconstruir lentamente tu relación. En vez de ignorar la aventura, disponte a compartir tu dolor, a escuchar al otro y a dar consuelo cuando uno de los miembros de la pareja recuerde la traición; todo esto puede ayudar a aliviar el dolor mientras se reconstruye el lazo original que los unía.
“La solución más simple o más sensata podría ser dar la espalda a una relación dañada y liberarte de la tiranía de la esperanza”, escribe Springs. “Pero también podría ser una forma de huir de la madurez, de evitar enfrentar las verdades amargas de la vida, del amor y de ti mismo y de asumir la tremenda responsabilidad de hacer que tu relación funcione”.
Algunas parejas indudablemente consideran que una infidelidad sería el fin de su relación y, en algunos casos, tomar caminos separados podría ser la mejor decisión. Sin embargo, para las parejas que están dispuestas a volver a comprometerse el uno con el otro, una aventura podría ser un punto de inflexión.
“Algunas veces mis clientes reconocen que adaptarse a una infidelidad fue lo peor y a la vez lo mejor que les había pasado en su relación”, dijo Walkup. “Se ha cerrado la brecha que los separaba y a la larga la mayor intimidad y el compartir más profundamente les traerá alegría y esperanza”.