El fuego consume al sector oriental, en el Parque Nacional Canaima, en la Gran Sabana. En lo que va de 2013 se han registrado 3 mil incendios, en total son 6.200 hectáreas afectadas. Las cifras fueron suministradas por el Ministerio del Ambiente, en Caracas, que recibe los reportes regionales.
A nivel local las autoridades no pueden ofrecer los balances, pues el Instituto Nacional de Parques (Inparques) tiene prohibido dar declaraciones. Pese a esto, las cifras trascendidas dan cuenta de un problema de vieja data, que por ausencia de recursos dejó de ser atacado.
Según la información obtenida por este rotativo en enero hubo más de 1.300 quemas, afectando 3 mil hectáreas; en febrero 800 con mil 200 hectáreas dañadas; y 900 en marzo, consumiendo 2 mil hectáreas.
Si se comparan los datos con los de 2012, en menos de tres meses va casi el 50% del total de igniciones. En el anterior período hubo 6.528 quemas, que afectaron 9.792 hectáreas, 70% de ellas comprendidas entre sabanas y morichales.
Los turistas que asistan a este período vacacional de Semana Santa se encontrarán con un parque quemado. Muchos de esos incendios son a orillas de carretera, y una parte fueron concentrados cerca del salto Arapán, mejor conocido como Quebrada de Pacheco, uno de los lugares más visitados por los temporadistas.
Peligro latente
Un estudio de la organización Bioparques -dedicada a la conservación de los parques nacionales- hecho en 2004 por los biólogos Rodolfo Castillo y Viviana Salas, director ejecutivo y presidenta de la asociación, respectivamente, apuntaba que si bien Canaima (sector oriental) estaba en un buen estado de conservación “se le considera vulnerable por la existencia de diversas amenazas para la protección y el mantenimiento de la biodiversidad en el mediano plazo”.
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