A Lionel Messi le quieren “comer los tobillos” y por si esto fuese poco también “comerle el cuello”. Venezuela no se anduvo con vueltas a la hora de revelar que le hará sentir el máximo rigor al mejor futbolista del planeta, en su duelo con Argentina el viernes por la carrera sudamericana hacia el Mundial de 2014.
Con Messi en el ataque, Argentina conservará el liderazgo de las eliminatorias aun perdiendo, ante una Venezuela que le asestó la única derrota de este torneo cuando le ganó 1-0 en el choque de ida en Puerto La Cruz.
Avido de revancha, el colosal delantero del Barcelona es la gran preocupación de Venezuela, que por ahora está dentro de los cuatro equipos que clasificarían directo a Brasil junto con su inminente rival (20 puntos), el escolta Ecuador (17) que tiene fecha libre y Colombia (16). La Vinotinto tiene las mismas 12 unidades que Uruguay y Chile, pero supera a ambos por diferencia de goles.
“Puede ser el mejor jugador del mundo pero yo le voy a querer comer los tobillos”, declaró sobre Messi el mediocampista Tomás Rincón, del Hamburgo alemán. “Yo no digo que haya que faltarle el respeto; lo que tenemos que entender es que dentro de la cancha tanto Messi como yo, somos seres humanos y la pelota es redonda para ambos”.
Si bien “comer los tobillos” es una metáfora para indicar que Messi será marcado muy a presión, el técnico de Venezuela César Farías fue más allá.
“Tenemos firmes intenciones de ir al Mundial y si bien Messi es el mejor del mundo, al rival uno lo que quiere es comerle el cuello, apretárselo”, dijo Farías, que al igual que Rincón habló con la prensa en las instalaciones del club Estudiantes, de la vecina ciudad de La Plata.