Ataviado en su traje clerical y con la solemnidad que caracteriza a un representante de Dios en la Tierra, el párroco de la iglesia Nuestra Señora del Rosario, Luis Guillermo Pérez Hernández, celebra el advenimiento de un Papa latinoamericano, días antes de que iniciara la Semana Santa. Considera que “llegó el momento de una iglesia para los pobres”.
Con una alegría desnudada en su rostro y que se reprodujo en cada una de las frases que fue esbozando, Pérez asegura que con la elección de Francisco, la iglesia debe hacer un voto de sencillez y humildad; “de franqueza frente a la realidad de mucha gente. El Sumo Pontífice, nos ha dado un mensaje de esperanza y nos ha exigido una vida intachable”.
Consciente de la responsabilidad que tiene en sus manos, apuesta por una institución cuyo testimonio esté rodeado por la luz de la salvación, la cual, desde su perspectiva, debe arropar todos los espacios en donde exista carencia de la palabra de Dios.
En este sentido, recordó que la Semana Mayor es el “anuncio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo”. Instó a las familias católicas que hacen vida en el municipio, a participar en cada una de las actividades que engloban este gran evento.
“El Papa exigió integridad, rectitud, pulcritud en el servicio y en el ministerio que desempeñamos, para el bien de la Iglesia”, acotó. Hizo énfasis en su compromiso con los feligreses que pertenecen a su parroquia.
Pueblo cargado de religiosidad
“Baruta es un verdadero ejemplo de fe”, aseguró el párroco, al tiempo que precisó: “este pueblo siempre ha sido muy tradicional; aquí la semana se hace sentir. La gente goza de una religiosidad muy activa y eficaz”.
Igualmente, recalcó la historia que poseen la imagen de la Virgen Nuestra Señora del Rosario y la iglesia bautizada con el mismo nombre, las cuales datan de 1550 y 1620, respectivamente. Todo esto “me ha conmovido y me ha servido para acompañar al pueblo en sus momentos de fe, alegría, tristeza, angustia y esperanza”.
Entre las actividades que marcan la Semana Santa en Baruta, destacó El Domingo de Ramos, por la solemnidad desprendida de la bendición de las palmas, así como también por ser un acto que reúne a centenares de devotos.
Para este Domingo de Ramos la Alcaldía de Baruta — junto a sus trabajadores — tiene previsto repartir 2.500 estampitas de El Nazareno, como símbolo de la religiosidad que mueve a la población.
Cada uno de estos eventos contará con la presencia de las fuerzas de seguridad del municipio, integradas por: Protección Civil Baruta, Salud Baruta y Polibaruta.
Pérez trajo a colación el Miércoles Santo, día de El Nazareno, y el Domingo de Resurrección, “momento de festividad, porque Cristo ha resucitado. Ese es el mensaje que debemos dar para vivir una fe renovada”.
“Aún se conserva el sentido de la promesa, agradecer por los favores concedidos. Ese sentimiento popular se niega a morir, es por eso que nosotros debemos darle un sentido recto y verdadero a ese fervor”, puntualizó.
¿Juventud olvidada?
Aunque reconoce que descendió la participación del joven en la Iglesia, dijo que trabajan para atraer a este sector, a través de la ejecución de una Pastoral Juvenil, que le garantice el espacio que ellos se merecen y, a la vez, les permita expresarse.
“Que su voz profética (jóvenes) le exija al sacerdote un compromiso con cada uno de ellos y, al mismo tiempo, su voz se haga sentir ante los padres y representantes de las comunidades para que apoyen sus iniciativas”, aseguró.
Para ello, dijo, “hay que renovar la fe, crear espacios deportivos, de compartir, teatros, para “que desde esas tarimas el joven pueda dar a conocer sus ideas sin ningún problema”. Precisó que el año 2013 es un período que el creyente debe aprovechar para transformarse y así encaminarse hacia una “sociedad mejor”.
Recordó que el único camino hacia Dios es a través de Jesucristo, razón por la cual rechazó toda clase de idolatría hacia algún objeto o persona. “El corazón del hombre no se puede distorsionar, porque va en contra de la fe católica”.
Conminó a todos los baruteños a gozar de la Semana Santa y, en especial del Domingo de Resurrección. “Ese día el pueblo sale de fiesta, a celebrar que Cristo está vivo, porque no se quedó en la Cruz, sino que dio un paso a la victoria… Venezuela nos necesita a todos”.