El presidente de la República Centroafricana, Francois Bozize, huyó de la capital el domingo, horas después que centenares de insurgentes armados amenazaron con derrocarlo tras invadir la ciudad, dijo uno de sus asesores.
La alianza insurgente, la Seleka, llegó a las afueras de Bangui el sábado por la noche y el domingo sonaron de forma incesante intensos tiroteos al avanzar los rebeldes hacia el centro de la capital y ocupar el palacio presidencial, del que había desaparecido el líder del país durante una década.
“Bozize abandonó la ciudad esta mañana”, dijo Maximin Olouamat, miembro de la mayoría presidencial de Bozize. Se negó a indicar el destino del mandatario.
Coverseas Worldwide Assistance, una firma suiza que tiene contactos en el país, dijo que al parecer Bozize se dirigía al vecino Congo.
Bangui se encuentra a la orilla del río Oubangui que separa ambos países.
El vocero del gobierno congolés, Lambert Mende, dijo desconocer si Bozize había cruzado el río.
Los insurgentes de varios grupos armados opuestos desde hace tiempo a Bozize se unieron en diciembre y comenzaron a ocupar aldeas en el norte del país, escasamente poblado. En aquel entonces amenazaron con atacar Bangui, pero a la postre detuvieron su marcha y acordaron sentarse en una mesa de negociaciones en Libreville, la capital de Gabón.
Un acuerdo de paz fue firmado el 11 de enero que permitió a Bozize concluir su mandato que espira en 2016, pero los insurgentes comenzaron a acusar al mandatario de incumplir las promesas realizadas.
Piden que Bozize expulse del país a las fuerzas sudafricanas que respaldaron al ejército centroafricano e intentaron integrar a unos 2.000 insurgentes en las fuerzas armadas nacionales.
El intento fracasó hace más de una semana cuando los insurgentes intentaron capturar dos aldeas y amenazaron con marchar a la capital.
El sábado por la noche, Bangui quedó sumida en la oscuridad tras cortar los insurgentes la electricidad en gran parte de la ciudad. Enmudeció la radio estatal y los residentes se refugiaron en sus casas.
Varios ciudadanos franceses se han refugiado en la embajada francesa, dijo un diplomático a condición de guardar el anonimato por no estar autorizado a dialogar con la prensa, según la política de la cancillería.
“Para nosotros, no hay otra solución que la partida de Francois Bozize”, dijo el sábado el vocero insurgente Eric Massi desde París en una conversación telefónica. AP