Matrimonio gay: Historia de amor y desamor entre los Estados y el Gobierno

Matrimonio gay: Historia de amor y desamor entre los Estados y el Gobierno

(foto archivo)

El matrimonio entre personas del mismo sexo en Estados Unidos ha sido una larga historia de encuentros y desencuentros entre la ley federal y los Estados.

El Tribunal Supremo escuchará este miércoles argumentos sobre la validez de la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), en una audiencia muy esperada que se espera culmine con un veredicto hacia el mes de junio.

La ley define el matrimonio como la “unión entre un hombre y una mujer” y, aunque no prohíbe expresamente que los estados permitan el matrimonio gay, no los reconoce a nivel federal.





Esta es la lucha de la demandante, Edith Windsor, de 83 años, quien después de 44 años con su pareja, Thea Spyer, con la que se casó en Canadá y a la que cuidó hasta la muerte, tuvo que pagar más de 350.000 dólares en impuestos federales al heredar, pues el Gobierno de EEUU no reconoció sus derechos como cónyuge.

En Estados Unidos el matrimonio homosexual está legalizado en 9 estados (Washington, Iowa, Nueva York, Maryland, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nuevo Hampshire y Vermont) y el Distrito de Columbia.

Otros 10 estados permiten algún tipo de unión legal y reconocen los mismos, varios o algunos derechos similares a los del matrimonio (Delaware, Hawai, Illinois, Nueva Jersey, Rhode Island, California, Nevada, Oregón, Wisconsin y esta misma semana Colorado).

No obstante, el de California es un caso aparte ya que durante seis meses se permitieron los matrimonios homosexuales, antes de que se aprobara la Propuesta 8, una enmienda de la Constitución del estado aprobada en referéndum en noviembre de 2008 que definió el matrimonio como un enlace entre en hombre y una mujer.

El Supremo escuchará mañana los argumentos a favor y en contra para derogar esta norma en California, que ha sido desafiada por las lesbianas Kristin Perry y Sandra Stier, y los homosexuales Paul Katami y Jeffrey Zarrillo.

Nuevo México no tiene legislación que prohíba o reconozca de forma explícita el matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras que en los 30 restantes está explícitamente prohibido por las leyes o por la Constitución estatal.

El movimiento en favor del matrimonio homosexual en Estados Unidos comenzó en los años setenta.

En 1971, el Tribunal Supremo de Minesota ratificó la decisión de una corte inferior, que negó el certificado matrimonial a Michael McConnell y Jack Baker, al considerar que la Constitución de EE.UU. no garantiza el derecho al matrimonio a personas del mismo sexo.

Dos años más tarde, el estado de Maryland fue el primero en prohibir por ley el matrimonio homosexual.

En 1977 el activista Harvey Milk, que inició una cruzada por los derechos de los homosexuales en San Francisco, se convirtió en el primer concejal abiertamente homosexual de California, cuyo asesinato un año más tarde le convirtió en un icono para la causa.

En 1993 el Tribunal Supremo de Hawai dictaminó que la legislación estatal que limita el matrimonio a personas de sexo opuesto es “inconstitucional”, a no ser que el estado de una razón convincente.

El presidente demócrata Bill Clinton promulgó en 1996 la DOMA, contra la que se pronunció este mes en un editorial al considerarla “incompatible” con la Constitución.

Massachusetts fue el primer estado en reconocerlo legalmente tras una decisión de la Corte Suprema estatal y el 17 de mayo de 2004 se casaron las demandantes, Julie y Hillary Goodridge, quienes, pese a divorciarse en 2009, abrieron el camino a otras parejas.

Desde entonces, famosos y políticos han reconocido públicamente su orientación sexual reclamando una apertura mayor de la sociedad y de las leyes, como la presentadora y comediante Ellen DeGeneres, quién se casó en 2008 en California con la actriz Portia de Rossi.

El congresista demócrata por Massachusetts, Barney Frank, se convirtió a sus 72 años en el primer miembro homosexual de la Cámara de Representantes en activo en contraer matrimonio, al casarse en 2012 en su estado con James Ready, su pareja por más de siete años.

El matrimonio homosexual recibió este año el respaldo del presidente, Barack Obama, también responsable de la abolición de la ley “Don’t Ask Don’t Tell”, que prohibía que los homosexuales que admitieran serlo formasen parte de las Fuerzas Armadas.

El último censo de 2010 determinó la presencia de 646.000 hogares habitados por parejas homosexuales en EEUU.

Según una encuesta de la consultora Gallup de diciembre, el 53 por ciento de los estadounidenses está a favor de la legalización de los matrimonios homosexuales. EFE