Los niños de 5 años de edad que ven televisión durante tres o más horas al día son cada vez más propensos a desarrollar comportamientos antisociales, como ser pendencieros o tener inclinación por robar cuando tienen siete, indica una investigación publicada en Archives of Disease in Childhood. Pero, reconocen los investigadores, el riesgo es muy pequeño.
Desde hace tiempo se relacionan los periodos en los que niños ven la TV con distintos problemas emocionales y de comportamiento, aunque la mayoría de investigaciones se ha centrado exclusivamente en la televisión y casi todos se ha llevado a cabo en EEUU.
En este trabajo se ha querido profundizar en el posible impacto psicológico que tiene en los niños las horas que están viendo la TV o jugando con consolas como Wii o Playstation. Así, han analizado a más de 11.000 niños, que formaban parte del Millennium Cohort Study.
Mucho tiempo
La cohorte evaluó a los niños a los 5 años, y posteriormente a los 7. También se solicitó a sus padres o madres un informe sobre la cantidad de tiempo que sus hijos ven la televisión o juega con consolas o ordenadores cuando tenían cinco años. A esa edad, casi dos tercios de los niños veían la televisión durante entre una y tres horas todos los días, y un 15% más de tres horas. Sin embargo, a esa edad pasaban mucho menos tiempo jugando a juegos electrónicos, y sólo el 3% dedicaban entre tres o más horas a dicha actividad.
Los resultados mostraron que ver la televisión durante tres o más horas al día se asociaba significativamente con un riesgo muy pequeño de conducta antisocial -problemas de conducta- entre las cinco y siete años. Sin embargo, pasar mucho tiempo frente a la televisión no estaba vinculado a otros problemas emocionales o de atención. Y, estar mucho tiempo jugando a juegos electrónicos no tuvo un impacto similar.
En su opinión, la relación entre el tiempo que se pasa viendo la TV y la salud mental puede ser indirecta. Sin embargo, concluyen que su trabajo «sugiere hay que tener precaución con el uso intensivo de entretenimiento de la pantalla en los niños pequeños, especialmente debido a problemas de conducta, además de sus efectos sobre la salud física».