El canciller argentino, Héctor Timerman, agradeció hoy el apoyo del Comité de Descolonización de la ONU en el conflicto que mantiene con el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas.
Timerman se reunió hoy con el presidente del comité, el embajador ecuatoriano Diego Morejón, antes del encuentro que mantendrá a partir de las 15.30 hora local (19.30 GMT) con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para pedir su mediación ante el Gobierno británico.
La soberanía de las islas Malvinas está en disputa desde enero de 1833, cuando fueron invadidas por tropas británicas que desalojaron a pobladores de Argentina, y el Comité de Descolonización estudia anualmente el caso desde 1989.
Tras reunirse con Morejón, Timerman tenía previsto un almuerzo con el resto de miembros permanentes de ese comité para agradecerles también el respaldo que prestan anualmente a la adopción de una resolución pacífica y dialogada al conflicto sobre las Malvinas.
El plato fuerte de la visita del canciller argentino a la ONU es el encuentro con el secretario general, a quien pedirá que ejerza sus buenos oficios para que el Reino Unido acepte retomar el diálogo sobre la soberanía de las islas Malvinas.
Timerman viajó acompañado por el ministros de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, y Uruguay, Luis Almagro, así como por el viceministro de Exteriores de Perú, José Beraún Aranibar, en representación de la CELAC, el Mercosur y la Unasur.
Las reuniones tienen lugar después de la celebración, el 10 y 11 de marzo, de un referéndum en el que por abrumadora mayoría los isleños votaron por mantener el estatus de territorio de ultramar del Reino Unido, una consulta cuya validez desconoce Argentina.
Un día después de esa consulta, el secretario general de la ONU recordó en un comunicado de prensa a los Gobiernos de Argentina y Reino Unido que sus “buenos oficios siguen disponibles si así lo requieren las partes”.
Argentina y Reino Unido mantienen desde 1833 un enfrentamiento por las islas Malvinas (Falklands, para los británicos), que, en 1982 provocó una guerra en el archipiélago, que concluyó con la rendición argentina y casi un millar de muertos. EFE