El expresidente sudafricano Nelson Mandela, que sigue hospitalizado por la recaída de una infección pulmonar, se encuentra bien y su salud mejora, indicó este viernes un portavoz de la presidencia sudafricana.
“Mandela se encuentra bien y tomó un desayuno completo esta mañana del 29 de marzo de 2013. Los médicos aseguran que ha hecho progresos constantes”, afirmó la presidencia sudafricana en un breve comunicado.
Mandela, de 94 años, icono de la lucha contra el apartheid y el racismo, fue hospitalizado el miércoles por la noche por una recaída de una infección pulmonar que sufre desde hace tiempo.
El jueves la presidencia sudafricana indicó que “reacciona positivamente” al tratamiento.
“El país no debe ceder al pánico. Madiba [el nombre del clan de Mandela] se encuentra bien”, dijo el jueves el presidente Jacob Zuma. “Hay que tener presente que Madiba ya no es desde hace tiempo un hombre joven. Si pase un control hoy o mañana la gente no debe ceder al pánico […] Sigue siendo Madiba con la edad que tiene”, añadió.
Preguntado sobre si había llegado el momento de prepararse para lo inevitable, la muerte de Mandela, Zuma diojo que sí, porque “la edad misma lo sugiere”.
Icono de la lucha contra el racismo
A principios de marzo, el expresidente sudafricano fue hospitalizado durante 24 horas y la presidencia dijo entonces que se trataba de una visita de rutina.
Su última hospitalización larga, que duró 18 días, se remonta a diciembre de 2012, también como consecuencia de su infección pulmonar recurrente.
Mandela, que vive retirado en Qunu, el pueblo donde pasó su infancia, fue trasladado a Pretoria a principios de diciembre para ser hospitalizado. Tras su salida del hospital, su entorno prefirió instalarlo en su casa de Johannesburgo, a unos 60 km de Pretoria y cerca de los centros médicos más modernos del país.
Nelson Mandela, presidente entre 1994 y 1999, pasó 27 años de su vida en la cárcel por haber luchado contra el régimen del apartheid de segregación racial en Sudáfrica.
En 1990 fue liberado y cuatro años después se convirtió en el primer presidente negro de su país, después de haber ganado en 1993 el premio Nobel de la paz – junto al último presidente del régimen del apartheid Frederick de Klerk- por haber dirigido con éxito las negociaciones que instauraron la democracia.
Desde hace algunos años, Mandela ha desaparecido del ámbito público y no hace ningún comentario sobre la política de su país.
Sin embargo, el pasado 10 de febrero recibió la visita del presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, que dijo haberlo visto “en buen estado y relajado”, mirando la televisión.
Unos días después, su amigo George Bizos, un abogado muy conocido, lo visitó y se mostró menos entusiasta.
“Desgraciadamente, a veces se olvida de que alguien ha fallecido y su rostro expresa incomprensión cuando le dices que Walter Sisulu [un activista sudafricano contra el apartheid] u otra persona ya no forman parte de este mundo”, explicó.
Mandela ha sufrido varios problemas de salud, relacionados con sus 27 años de prisión y de trabajos forzados en las canteras de piedra caliza de la isla de Robben Island (suroeste).