Quien a hiero mata, a hierro muere. Básicamente es la Ley del Talión en pleno siglo XXI. Arabia Saudía sigue siendo un país ‘amigo y aliado’ de Occiente, publica el portal Que.es
Durante el juicio, el tribunal ha analizado la responsabilidad de Ali al Jawahir, de 24 años, en un apuñalamiento ocurrido en el año 2003 y que dejó a otra persona paralizada de cintura para abajo.
Al Jawahir deberá pagar un millón de riales (208.000 euros) como compensación a la víctima porque, de no hacerlo, las autoridades aplicarán el ‘qisas’ -igual respuesta- y le dejarán parapléjico.
La subdirectora de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y el norte de África, Ann Harrison, ha pedido que no se aplique esa “tortura”. “Este tipo de penas son completamente escandolosas, incluso en un contexto” como el de Arabia Saudí “en el que la flagelación es un castigo frecuente para algunas ofensas”, ha apostillado en un comunicado.
Harrison ha emplazado a las autoridades saudíes a “comenzar a respetar sus obligaciones legales internacionales y retirar este tipo de castigos terribles de la legislación”. No en vano, ya en 2010 otro tribunal impuso una sentencia similar a la pronunciada contra Al Jawahir, sin que se haya podido confirmar la aplicación definitiva de dicha resolución.
El ‘qisas’ es una de las fórmulas aplicadas al amparo de la ‘sharia’ o ley islámica para castigar a los responsables de ciertos crímenes, lo que puede llegar a traducirse en extracciones de ojos o dientes o en pena de muerte si lo que se investiga es un asesinato.
La víctima tiene en estos casos la potestad para decidir si se aplica el ‘ojo por ojo’, se establece una sanción compensatoria o se amnistía al condenado.