El Barcelona, que el martes empató (2-2) en el estadio del París Saint-Germain en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, dio una prueba más de su ‘Messi-dependencia’ después de encajar dos goles tras la lesión de la estrella argentina al final de la primera parte.
AFP
Poco después de abrir el marcador en el minuto 38 al aprovechar un excepcional pase con el exterior de la bota del brasileño Dani Alves, el cuatro veces Balón de Oro se agarró el muslo derecho y habló unos instantes con su entrenador Tito Vilanova.
En la segunda mitad ya no regresó al campo y le sustituyó Cesc Fábrebgas. Sin Messi, el equipo azulgrana siguió encontrando la manera de llegar al área parisina, pero sin la claridad ante la portería rival del rosarino, que igualó con ocho tantos a los dos máximos goleadores de la ‘Champions’, el turco Burak Yilmaz (Galatasaray) y el portugués Cristiano Ronaldo (Real Madrid).
El segundo tanto azulgrana llegó mediante un penal transformado por Xavi Hernández (89). El colegiado castigó una entrada del portero Salvatore Sirigu sobre el chileno Alexis Sánchez, que antes se había mostrado incapaz de marcar en dos ocasiones claras (62 y 64).
Desde el final del partido el entorno blaugrana espera con ansiedad el diagnóstico definitivo de la lesión de Messi. Si se confirma la primera exploración, “lesión en el bíceps femoral del muslo derecho”, el argentino estaría de baja alrededor de tres semanas.
Esto supondría que se perdería la vuelta de los cuartos de final, el próximo 10 de abril en el Camp Nou.
A pesar del buen resultado cosechado en la capital francesa, la lesión de Messi y la de su compatriota Javier Mascherano, que también se tuvo que retirar ante el PSG, son motivo de preocupación.
La ausencia del ‘Jefecito’, que estará probablemente seis semanas de baja por una rotura del ligamento lateral interno de la rodilla, supone una pieza menos para el rompecabezas que Vilanova tiene que armar para constituir la defensa.
Sin Carles Puyol y el brasileño Adriano, también lesionados, el cuerpo técnico tendrá que decidirse entre el joven Marc Bartra o el francés Eric Abidal, que ha regresado esta semana a las convocatorias tras recuperarse de un trasplante de hígado, para acompañar a Gerard Piqué en el centro de la zaga.
En ataque, la baja del ’10’ también es motivo de inquietud. Con 43 goles en 29 partidos de Liga su contribución supone casi la mitad de la del equipo (90).
La preocupación viene del estado de forma del resto de delanteros azulgranas; Alexis, David Villa y Pedro, ninguno con un olfato similar al mostrado por Messi este año.
El internacional chileno, trabajador y habitual socio del argentino, ha marcado sólo cinco goles en todas las competiciones este año, en el que ha desaprovechado un gran número de ocasiones, lo que ha llevado a aficionados y prensa a pedir su suplencia.
Villa, por su parte, ha vivido un año difícil. A menudo relegado al banquillo al recuperarse de una larga lesión, en las últimas semanas ha regresado al once y ha marcado goles importantes, como el que hizo al Milan en la eliminación del cuadro italiano en octavos.
A pesar de su tibia actuación en París el martes, la baja de Messi podría otorgarle galones en ataque al máximo goleador histórico de la Roja.
Finalmente queda Pedro, ausente por sanción ante el PSG. El canario, habitual en el equipo titular, se ha mostrado este año mucho más acertado con la selección española (10 goles) que con el Barça, con el que le ha costado marcar más de lo que en él es habitual.