Una andanada de cohetes cayó en un disputado distrito en el extremo nororiental de Damasco, lo que provocó la muerte de cinco personas y dejó a otras atrapadas bajo escombros, al tiempo que la violencia se intensificaba en los suburbios de la capital, dijeron el viernes activistas.
El ataque en Barzeh, donde operan los insurgentes que intentan derrocar al presidente Bashar Assad, ocurrió luego de días de intensos enfrentamientos entre los insurgentes y los militares en el área.
Los rebeldes han asegurado ciertos sitios en torno a Damasco y los suburbios en el noreste y el sur, desde donde lanzan incesantes andanadas de mortero a la capital. Sin embargo, pese a sus esfuerzos no han podido romper la defensa del régimen en Damasco.
Los activistas dijeron que varios cohetes cayeron el jueves por la noche y el viernes por la mañana en una zona residencial del distrito de Barzeh. El opositor Centro de Información Barzeh y una página insurgente indicaron que el ejército sirio lanzó 14 cohetes, los cuales sepultaron a varias personas entre los escombros, niños incluidos.
Agregó que tres niños, una mujer y un anciano perecieron en el asalto.
“El impacto de los cohetes fue enorme”, dijo un activista de Barzeh. “Varios edificios se derrumbaron y otros se incendiaron”, agregó sin querer dar su nombre por temor a las represalias del gobierno.
Videos de aficionados colocados en internet por los activistas mostraron casas destruidas y otras en llamas. Otros presentaron a hombres con linternas que intentaban rescatar a un sobreviviente entre los escombros. Los videos parecieron coincidir con las informaciones de AP.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Londres, confirmó el cañoneo sufrido en Barzeh y agregó que por lo menos una persona fue muerta y varias más heridas. Se desconoce la cifra exacta de fallecidos, señaló.
Barzeh está cerca de Esh el-Wirwar, un suburbio de Damasco habitado principalmente por musulmanes alauitas y voluntarios del ejército sirio. Los insurgentes atacan con frecuencia la zona con cohetes.
La revuelta siria comenzó de forma pacífica en marzo del 2011 pero pronto degeneró en una guerra civil con crecientes tintes sectarios.
Los suníes predominan en las filas insurgentes, mientras que el régimen de Assad está compuesto mayormente por alauitas, una rama de los chiíes a la que pertenecen el presidente y su familia. Más de 70.000 personas han muerto en el conflicto, según las Naciones Unidas.
Los activistas también reportaron combates en muchas otras partes del país, incluida la zona meridional de Daraa cerca de la frontera con Jordania, donde los insurgentes han estado realizando importantes avances. AP