El presidente encargado y candidato del Gobierno, Nicolás Maduro, llegó al estado Bolívar para culminar por el día de hoy su recorrido en campaña para las elecciones del 14 de abril. Dijo que “Él (Chávez) me llamó para las más altas responsabilidades”.
“Ustedes deciden si quieren tener en Miraflores a un representante de la burguesía rancia”, dijo refiriéndose al candidato de la Mesa de la Unidad, Henrique Capriles, a quien calificó de “fariseo” y aseguró que “se mandó a poner una verruga”. Agregó que “el marruñeco este, caprichito, cree que él puede con su obsesión”.
Hizo un llamado a los dirigentes de la oposición a alzarse: “Que se alcen (…) ellos actúan con impulsos de inmadures e improvisación”.
Maduro denunció la entrada al país de lo que denominó un “grupo de mercenarios” que aseguró están “coordinados con la derecha para incrementar los crímenes, sabotear el sistema eléctrico” y los acusó de sabotear hoy parte del sistema eléctrico del occidente del país.
Sostuvo que la oposición planea asesinarlo: “ellos me quieren matar” y denunció a los ciudadanos Roger Noriega y Otto Reich junto a “la derecha salvadoreña” que aseguró ha mandado unos sicarios para asesinarlo.
El “objetivo es matarme a mí, ellos me quieren matar porque saben que no me pueden ganar unas elecciones libres. Detrás de esto están las manos de Roger Noriega y Otto Reich, y está la derecha salvadoreña que ha mandado unos sicarios pagados por ellos para asesinarme”, dijo Maduro durante un acto electoral transmitido por el canal estatal VTV.
El mandatario interino señaló que el “grupo de mercenarios han entrado al país” y planean además aumentar los homicidios para “exacerbar el temor público” y “seguir saboteando” la red eléctrica venezolana en los días previos a los comicios.
“Así lo denuncio ante el mundo y pido ante el pueblo máxima alerta”, agregó en un mítin celebrado en el Estado Bolívar (sur) el candidato oficialista, que acusó a “sectores vinculados” a su rival, el líder opositor Henrique Capriles, de estar detrás del plan conspirativo.
La violencia y la crisis eléctrica están entre los principales problemas de Venezuela, con 16.000 homicidios en 2012, según cifras oficiales, y constantes apagones y recortes programados en distintas ciudades de todo el país, que Capriles endilga a la ineficiencia del gobierno.
Maduro también denunció que cuenta con una foto y una grabación de una supuesta reunión entre una funcionaria de la embajada estadounidense en Caracas y un dirigente del partido Primero Justicia (de Capriles) para planificar un “apagón general” en Bolívar, de donde sale la gran mayoría de la generación eléctrica.
“Están conspirando de lo lindo”, añadió, señalando que el gobierno venezolano evaluará “la medida diplomática que corresponde”.
A finales de marzo, el gobierno venezolano rompió un canal de comunicación establecido a fines de 2012 entre Washington y Caracas, a pedido del fallecido presidente Hugo Chávez.
La nueva grieta en las relaciones estuvo precedida por el rechazo de Venezuela a las “declaraciones injerencistas” de la subsecretaria adjunta para América Latina de Estados Unidos, Roberta Jacobson, en las que pidió que las elecciones sean “abiertas, justas y transparentes”; y de la expulsión de dos funcionarios de la embajada estadounidense en Caracas acusándolos de conspirar contra el gobierno.
Washington respondió expulsando a dos diplomáticos venezolanos.
Maduro ya había acusado a Noriega y Reich de planear un atentado, pero en contra de la vida de Capriles, con el fin de causar desestabilización en Venezuela y “promover posteriormente una intervención extranjera”, y pidió al mandatario estadounidense Barack Obama detenerlo.
Washington y Caracas no tienen embajadores desde 2010.
Más temprano
De igual forma, Maduro visitó el estado Delta Amacuro de la mano de su compañera Cilia Flores y expresó que para los próximos comicios presidenciales del 14 de abril: “la burguesía dice que nuestro pueblo va a votar contra la revolución porque el candidato no es Chávez, que el pueblo va a votar por el candidato burgués”, dijo refiriéndose al candidato de la Unidad Democrática, Henrique Capriles.
Maduro anunció la entrega de 53 hectáreas al pueblo guarao y prometió la construcción de un complejo deportivo para Tucupita. Asimismo aprobó los recursos para dos equipos de dragado permanente junto a un plan especial de transporte fluvial para la navegación de los caños. También se comprometió a modernizar el Aeropuerto de Tucupita y mejorar la red de salud de la entidad.
No podía faltar la promesa de las casas, con lo cual dijo que dará continuidad a la Misión Vivienda en el estado.
Señaló que al finalizar su discurso se irá a San Félix en el estado Bolívar.
Video cortesía VTV